Organizaciones

Según todo lo que hemos recogido de la información disponible de cada pueblo, podemos establecer algunas afirmaciones. Al principio del trabajo nos preguntábamos si tenía base material esa afirmación de la CNT hecha por sus propios militantes en diciembre de 1937 de que la Región Séptima de Catalunya era “suya” – o podía serlo. Otra de las cuestiones interesantes es conocer hasta qué punto la UGT le había arrebatado la primacía sindical al anarcosindicalismo, al menos numéricamente. También resulta de interés conocer el progreso de los partidos comunistas. Y, por último, qué poder le quedó al republicanismo a lo largo del conflicto bélico. Comencemos por este último caso.

Esquerra Republicana

  1. Como hemos podido comprobar el republicanismo (ya sea dentro de ERC o fuera de ella) fue la fuerza política más relevante durante toda la República. De hecho, el catalanismo había intentado tumbar por la fuerza el régimen de Primo de Rivera organizando escamots armados en 1924 y 1926[1].
  2. Ante la nueva situación política generada tras el golpe de estado de 1936, ERC tomó el control de casi todos los ayuntamientos. Dejó de controlar aquellos en donde no existía su organización el 19 de Julio, que a su vez solían estar controlados por militantes rabassaires.
  3. Tras el decreto de reorganización municipal de octubre de 1936, ERC pasó a tener representación en el 86% de los nuevos ayuntamientos catalanes, asumiendo la alcaldía en la mitad de ellos. Es decir, que era la primera fuerza local en toda Catalunya[2]. En el Bages, fueron 20 de los 35 municipios los que presidió ERC, es decir, el 57%, lo cual la sitúa por encima de la media catalana. Por traducir ese porcentaje a población, en octubre de 1936 los municipios que presidía suponían el 50% de la población del Bages.
  4. A pesar de lo anterior, ERC no era un partido homogéneo, sino que tenía tendencias. Hemos podido constatar dos principales, la más federalista y la más nacionalista. Se pueden ver los nombres de las distintas agrupaciones locales adheridas a ERC y solamente con mirarlos ya se nos da unas pinceladas de qué tendencia podría predominar en cada agrupación. También cabe añadir republicanos que habían sido de derechas (lerrouxistas) o de centro antes de la guerra se afiliasen a ERC tras el inicio de la contienda por necesitar un espacio seguro.
  5. Estas tendencias explican la diversidad de alianzas de los republicanos. En unos pueblos formaron parte de la CNT (Avinyó, Navàs, Callús, Castellbell i el Vilar, Pont de Vilomara, Talamanca, etc.) mientras que en otros formaron parte de la UGT (Cardona, Castellet de Llobregat, Manresa, Navarcles, Sallent, Súria, etc.). La diferencia estribaba en una oposición más firme y visible a la revolución social en estos últimos casos, mientras que en los primeros casos la apoyaban tácitamente.
  6. Siguiendo con la derivada anterior, cabe preguntarse si la adhesión de gran parte del sector textil a la UGT no se debió a que en la mayoría de los casos el textil del Alto Llobregat estaba formado por trabajadoras y trabajadores de origen catalán y, de alguna manera, eran dependientes de hacia dónde se afiliaban los cuadros sindicales que tenía ERC.
  7. Por último, indicar que a lo largo de la guerra ERC mantuvo casi intacto su poder municipal o poder institucional, si se quiere decir así. Pero perdieron los suficientes ayuntamientos como para que la CNT pasase a presidir más población que Esquerra a partir del tercer trimestre de 1937.

Confederación Nacional del Trabajo

  1. Hemos visto una CNT hegemónica en 1931, que había logrado concentrar a cerca del 60% del censo obrero en su sola organización. Pero las condiciones sociales de la población unidas con el deseo de una parte de la CNT de hacer la revolución y, de la otra, de dejarla para más adelante, dividirán la Confederación entre revolucionarios y posibilistas. Esta división será fatal para la CNT puesto que llegará a 1936 bastante debilitada. Sin embargo, demostró mucha más fortaleza de la que sus oponentes le otorgaban. Fue un error de bulto para estos partidos (POUM, PCC, USC o ERC) considerar que la CNT estaba acabada. La guerra demostraría su error de análisis.
  2. Una organización revolucionaria no se mide por afiliados. Se mide en número de militantes. La CNT en los pueblos del Bages quizás no estuviera organizando grandes masas en la primavera de 1936, pero tenía estructuras extrasindicales capaces de hacer frente a la situación anómala que tuvo lugar tras el golpe de estado. Así pues, el 19 de Julio esta militancia constituyó el grueso de los Comités Antifascistas y de las patrullas milicianas que controlaron todos los pueblos. El golpe fascista fue tal shock para la población obrera que volvió a buscar los sindicatos anarcosindicalistas, que eran los más visibles aquellos días, además de garantía de contundencia ante el fascismo.
  3. Si bien, se dio una situación revolucionaria a la que contribuyó en buena medida la CNT, ésta no buscó imponerse. Entendía que el poder político tenía que ser plural y que debía recaer en los municipios. A nivel económico, en el Bages, no pudo colectivizar o socializar ni la tierra ni el comercio, quedando limitada a las minas y la industria: Las colectivizaciones de tierras fueron muy anecdóticas en la comarca, por un lado, y el resto de grupos políticos y sindicales conformaron un bloque infranqueable para evitar la colectivización del comercio, por el otro. Esto provocó choques en Balsareny, Cardona o Castellet de Llobregat.
  4. La CNT de 1936 solía estar muy vinculada a la posición anarquista de la FAI, ya que buena parte de los anteriores Sindicatos de Oposición pasaron a la UGT y no le disputaron el control estratégico de la Confederación. Sin embargo, en algunos municipios la CNT también contenía un destacable sector republicano (Callús, Navàs, Castellbell i el Vilar, Pont de Vilomara, Gaià, etc.) o rabassaire (Artés, Guardiola, Mura, Talamanca, etc.). La CNT de tendencia más “faísta” se la puede encontrar en los pueblos mineros (Balsareny, Cardona, Súria y Sallent) y del centro-sur de la Comarca (Castellet, Manresa, Monistrol de Montserrat o Sant Joan de Vilatorrada).
  5. A nivel de poder municipal, la CNT controlaba 5 ayuntamientos en octubre de 1936. Esto significaba un control sobre 39.344 personas (el 14,2% de la población del Bages), debido a su presidencia de Manresa, que era la mayor población con diferencia. A lo largo de la guerra irán presidiendo más ayuntamientos, llegando a tener en un momento dado más del 46% de la población bajo su presidencia. Sin embargo, poder municipal no implica poder efectivo. A pesar de presidir muy pocos ayuntamientos, la CNT tuvo durante la guerra un poder real sobre entre 24 y 27 municipios, al controlar consejerías clave como defensa, seguridad o gobernación, economía, abastos o trabajo. Asimismo, tenían más milicianos en la retaguardia que el resto de organizaciones y contaban incluso con un servicio de inteligencia comarcal para asegurar su primacía.
  6. En el último año de la guerra abandonaron varios ayuntamientos por considerar que no valía la pena seguir en ellos (Pont de Vilomara i Rocafort, Sant Fruitós de Bages o Castellgalí). También crearon sus propias cooperativas de consumo, una vez quedó desestimado colectivizar el comercio. Es decir, que hacia 1938 la CNT favoreció una la creación de una sociedad propia, más centrada en sí misma.
  7. Como conclusión estamos ante una CNT-FAI comprometida con la causa republicana y antifascista, que participaba en las instituciones, ahora unitarias (comités, ayuntamientos, milicia, ejército, justicia, funcionariado, policía, etc.), y que mientras esperaba la victoria militar contra el fascismo se centró en tejer un espacio sociopolítico y económico propio. En el Bages tenía plena conciencia de su fuerza a nivel militar y toda acción revolucionaria que hubiese podido llevar a cabo dependería de las correlaciones de fuerzas que se dieran a nivel catalán o estatal, y, por supuesto, de las decisiones estratégicas del Movimiento Libertario.

Partido Socialista Unificado de Catalunya

  1. El PSUC apareció en julio de 1936. Se organizó a partir de las agrupaciones de la USC (Balsareny, Callús, Manresa, Monistrol de Montserrat o Súria), del PSOE (Manresa y Súria) o del PCC (Navarcles, Sallent o Súria). Logró proyectarse desde aquellos pueblos hacia nuevos lugares (Palà y Valls de Torroella, Cardona, Sant Mateu, Artés, Monistrol de Bages, Sant Fruitós, Santa Maria d’Oló o Santpedor).
  2. Su fuerza emanaba, generalmente, del control de las juntas de muchos sindicatos de la UGT. Al ser la UGT controlada verticalmente desde Barcelona, en la comarca se aceptaron las directrices de que para tener cargos de responsabilidad en el sindicato había que ser militante del Partido. También impulsaron entidades de asistencia social, como el Socorro Rojo o los Amigos de la URSS, que les beneficiaba propagandísticamente. El PSUC también creó milicias, pero no tuvieron mucha importancia, quitando los casos de Manresa, Súria y Navarcles.
  3. El Partido ganó fuerza con rapidez, y en 1937 le llegó a disputar la primacía numérica a ERC, aunque los republicanos aguantaron bien en esta comarca. En ese mismo año, la ilegalización del POUM fue aprovechada por el PSUC para desmantelar todo el movimiento que éste había construido.
  4. A nivel de militantes, no solo atrajeron a los comunistas y socialistas que pudiera existir en la comarca, sino que se beneficiaron del poderoso atractivo que por entonces ejercía la Unión Soviética sobre las masas de la izquierda. Además, la URSS contribuía a la guerra española con un gran contingente armamentístico que supo explotar en su beneficio. Por ello el PSUC también atrajo militantes procedentes de ERC, de los Rabassaires o de la CNT. Otro canal de entrada en el Partido fue el Ejército, dado que el PSUC intentaba que los soldados de sus unidades se hicieran miembros del Partido.
  5. El componente del PSUC del Bages era abrumadoramente obrero. Se podría negar el tópico de que era un partido pequeño-burgués. Aun así, habían atraído ciertos elementos de derechas y apolíticos, como se pudo ver en 1939, con los colaboradores con el nuevo régimen franquista. Y esos elementos podrían ser perfectamente de origen obrero o campesino, ya que esos sujetos no siempre son de izquierdas.
  6. A pesar de su odio hacia el POUM, se puede observar una relación relativamente cordial con la CNT y ERC. Al menos en lo que se refiere al poder municipal. Hubo casos de mucha tensión con la CNT en la época de los Hechos de Mayo, pero tras ese momento la situación se pudo reconducir. Otro momento de desconexión entre las dos fuerzas obreras fue hacia el otoño de 1938, pero esto se da en todo el bando republicano.
  7. En el aspecto municipal, el PSUC presidió en octubre de 1936 el mismo número de ayuntamientos que la CNT, 5, pero en su caso eran más pequeños y no llegaban al 7% de la población. Sin embargo, su poder aumentó durante la guerra llegando a un 19% en el primer trimestre de 1938, y después descendió. Hay que decir, como resumen, que el poder local del PSUC se construyó a hombros de la UGT, ya que esta dejó de tener importancia política en 1937, cediéndosela en exclusiva al Partido.
  8. Por último, cabe tener en cuenta que en los años 60 se reconstruyó el PSUC justo en los municipios en los que tuvo más fuerza durante la guerra: Cardona, Manresa, Navarcles, Sallent y Súria.

Unión General de Trabajadores

  1. Aunque la existencia de la UGT se remonta a inicios del siglo XX, hasta la primavera de 1936 no arraigó realmente en la comarca. Se beneficiaba de la crisis interna de la CNT, atrayendo nuevos sindicatos a lo largo del período republicano. También hay que destacar la presencia de militantes sindicales comunistas que organizaron sindicatos de la UGT en los meses anteriores a la guerra (Balsareny, Navarcles, Sallent, Santa Maria d’Oló, Súria, etc.).
  2. Otro aporte muy significativo para la UGT fue la integración de los Sindicatos de Oposición de Castellgalí, Castellet de Llobregat o Manresa. Este aporte fue determinante para que otros sindicatos autónomos también diesen el mismo paso. Y dado el contacto que existía entre los dirigentes de los Sindicatos de Oposición con los delegados de sección de las fábricas textiles, este puede haber sido un factor para la entrada en masa en la UGT de plantillas enteras de esas fábricas.
  3. En la comarca había unas 15.000 personas trabajando en el textil, de las cuales, unas 12.000, ingresaron en la UGT. Esto habría que explicarlo caso a caso, sin embargo, grosso modo, se puede deber en parte a la tradicional moderación de aquel sector, incluso aunque hubiese producido innumerables huelgas o que hubiese estado organizado en la CNT en 1931-33. Después de ese momento el sector pasó a estar más o menos controlado por el treintismo, pero con el tiempo fue entrando en escena la UGT. Como dijimos antes, es posible que la deriva de ciertos cuadros fabriles de tendencia republicana hacia la UGT arrastrase consigo también las plantillas de las fábricas. 
  4. Otro aporte de consideración, fue el de los sindicatos de comercio como el ADCI y otras agrupaciones similares en otros pueblos. En este caso, aunque sus juntas sindicales fuesen militantes del PSUC, en realidad la base social del comercio era conservadora.
  5. El Decreto de sindicación obligatoria de agosto de 1936, benefició sobremanera a la UGT, puesto que absorbió grandes masas de trabajadores, quedando como primera fuerza sindical en muchos pueblos de la comarca tales como Artés, Avinyó, Castellet de Llobregat, Manresa, Monistrol de Bages, Navarcles, Riudor de Bages, Santa Maria d’Oló, Súria, Valls y Palà de Torroella.
  6. A nivel político-institucional, la UGT tuvo un breve período de fortaleza política hacia octubre de 1936, ostentando la alcaldía de algunos ayuntamientos y la dirección del movimiento socialista y comunista. Sin embargo, en 1937 el PSUC la eclipsó políticamente y la UGT se dedicó a cuestiones meramente laborales. Quizás la excepción fue la federación local de Cardona, que apoyó a la CNT de forma autónoma (esto es, sin depender de ningún partido) en los Hechos de Mayo.

Partido Obrero de Unificación Marxista

  1. Nació a partir del Bloque Obrero y Campesino, que tuvo cierta fuerza en la comarca en 1931. Este partido intentó formar en 1936 una confederación de sindicatos al margen de la UGT y la CNT, pero le faltó proyección. Fracasaron en atraerse a los Sindicatos de Oposición. En la comarca, antes de la guerra, su mayor activismo se enfocaba en Manresa, Monistrol de Montserrat y el Pont de Vilomara.
  2. Tras el 19 de Julio su influencia se disparó. Esto fue debido a que sus militantes fueron capaces de formar numerosas patrullas y comités, expropiar edificios y tomar el principal medio de comunicación de la derecha comarcal, el periódico El Pla de Bages. Formaron milicias y, de hecho, en los primeros tiempos eran las más numerosas después de las de la CNT.
  3. A partir de estos inicios proyectaron su influencia hacia otros municipios como Artés, Avinyó, Balsareny, Cardona, Sallent o Santpedor. A nivel municipal, solamente tuvieron la alcaldía del ayuntamiento de Mura y no parece que se debiera a su gran número de afiliados sino más bien al prestigio personal del alcalde poumista.
  4. Cabe destacar la implicación del Partido en la municipalización de la vivienda (iniciativa suya en varios municipios), en el intento de colectivizar el comercio o en algunas colectivizaciones (por ejemplo, en el sector del metal fue determinante uno de sus militantes de Manresa, Jaume Armengol). Convirtieron El Pla de Bages en un diario de discurso revolucionario, que continuamente efectuaba consignas para avance de la Revolución Socialista.
  5. Sin embargo, no parece que tuviesen suficiente preparación política en el ámbito municipal puesto que en algunos lugares (Avinyó, Balsareny, Cardona, Castellbell, Sallent, Sant Fruitós o Santpedor) su contribución a nivel municipal fue casi nula, siempre supeditada a otras fuerzas mayores, como la CNT, con las excepciones de sus bastiones de antes de la guerra (Artés, Manresa, Monistrol de Montserrat y El Pont de Vilomara). 
  6. El POUM fue barrido después de los Hechos de Mayo. Una de las razones era que al haber enviado tantos milicianos al frente habían descuidado la retaguardia. Otra era que la CNT nunca se tomó en serio su defensa, permitiendo la liquidación de este Partido. A pesar de ello, tras ser purgada de la UGT, la mayoría de la militancia poumista se decantó por ingresar en la organización anarcosindicalista o en las filas de los rabassaires.

Unió de Rabassaires

  1. Los rabassaires fueron la otra fuerza social relevante en la comarca. Constituyeron una fuente muy importante de los conflictos durante el período republicano[3]. Aunque no haya datos precisos de su afiliación, podríamos calcularla en cerca de 5.000 personas[4].
  2. Tras Octubre de 1934, los rabassaires se radicalizaron rápidamente. En numerosos pueblos ayudaron a controlar la situación tras el golpe de estado. Formaron comités – y los dirigieron – sobre todo en los municipios más pequeños y más orientados al sector primario. Y dado su conflicto previo con los grandes propietarios de la tierra, promovieron expropiaciones de vehículos, masías, molinos, terrenos de cultivo, bosques y edificios de aquellos derechistas que habían abandonado el pueblo o de los desafectos hacia la República. De hecho, se podría considerar que los sindicatos agrícolas tenían una posición revolucionaria a comienzos de la guerra.
  3. Sin embargo, dada la obligatoriedad de la sindicación en el campo, decretada a finales de agosto de 1936, se unificaron en la misma entidad todos los sindicatos agrícolas que había en cada pueblo. En cada pueblo solía existir un sindicato de izquierdas y otro de derechas. Al quedar unidos bajo el paraguas de Unió de Rabassaires, la postura resultante se moderó considerablemente. Además, al haberse repartido tierras, se habían cubierto las necesidades inmediatas de parte del campesinado. Así pues, hacia 1937 la postura más revolucionaria de entre los rabassaires quedó en franca minoría.
  4. A partir del otoño de 1936, Unió de Rabassaires se dedicará a la defensa de los intereses particulares de sus asociados y chocarán con los revolucionarios en lugares como Balsareny o Cardona. Allí donde tuvieron poder político, la revolución apenas se notó pasado el verano de 1936.
  5. En este sentido presidieron 4 municipios en 1936. El número bajó en 1937, pero lo recuperaron al año siguiente. A pesar de ello, en realidad parte del poder municipal de ERC se basaba en los rabassaires y a menudo sus miembros más destacados tenían doble militancia. En pocos casos, los rabassaires engrosaron las filas del PSUC. Fue más habitual verlos en la CNT.

Visto todo esto, podríamos concluir que en el verano de 1936 el poder efectivo lo tuvieron los comités y las organizaciones que los impulsaron realmente: la CNT, la UGT y los rabassaires. A partir de que se reordenó la retaguardia, hacia octubre de 1936, el poder se compartió entre ERC, CNT y la UGT. A nivel político-institucional el PSUC fue ocupando poco a poco el lugar de la UGT, mientras que otras fuerzas desaparecieron (POUM) o quedaron muy minorizadas (UR).

Otros partidos como los federales, Acció Catalana Republicana, el Partido Sindicalista, la Agrupación Sindicalista Revolucionaria o Estat Català siempre fueron testimoniales en la comarca del Bages.


[1] En la comarca existieron los escamots dirigidos por Josep Padró, de Manresa, Josep Berenguer, de Cardona, Ramon Vers, de Súria, Josep Camprubí, de Sallent, Adjutori Pons, de Moià y medio escamot en La Coromina de Cardona. Cada escamot estaba compuesto por 10 hombres y un caporal que era quien daba el nombre al grupo. Fuente. Santasusana, Marc (2016). “Implantació d’escamots a comarques l’octubre de 1926” en Santasuana, Marc (2016) Quan la CNT cridà independencia. Ed. Base. pp. 98-99.

[2] Vargas Puga, Matías (2002). El poder político anarcosindicalista en los Ayuntamientos del Vallés Occidental (1936-1939).  

[3] Durante la República los trabajadores de las viñas solicitaron la revisión de más de 3.000 contratos de trabajo para reducir lo que le pagaban al amo. Suponía el 10% del total de Catalunya.

[4] A mediados de 1938 el Sindicat Agrícola de Treballadors de la Terra de Manresa tenía 800 socios. 1937. Comunicacions amb l’Ajuntament. Fons Arxiu Històric de la Ciutat de Manresa. Arxiu Comarcal del Bages.