Mura es una pequeña población relativamente aislada por la geografía respecto de sus municipios vecinos. Aun así, existía contacto con Talamanca o Rocafort, que también eran poblaciones pequeñas. Para abril de 1936 el municipio contaba con 401 habitantes. Era otra población fundamentalmente rural atravesada por el conflicto rabassaire, aunque para las elecciones de febrero de 1936, las derechas se habían impuesto cómodamente por 114 a 45 votos. El alcalde era el mismo que había ejercido desde enero de 1934, Cassimir Sanllehy Mas.

Yendo directamente al período de la guerra, tras el levantamiento militar el Ayuntamiento quedó en manos de Esquerra Republicana y de Unió de Rabassaires, según decreto de la Generalitat. La primera sesión de la guerra se celebró el 5 de agosto. En ese momento tuvo que abandonar el ayuntamiento el mencionado Sanllehy y otros tres regidores, Joan Gibert Piqué, Valentí Calvet Trullàs y Àngel Roca Toscas. La alcaldía provisional fue a parar a Josep Berdolet Vidal, miembro de los rabassaires. Además, entraron en el consejo municipal, Salvador Piqué Llobet, Josep Espinalt Coma, Teodor Artigas Sallent y Josep Ballbé. Cuando se votó en firme la alcaldía salió elegido Teodor Artigas, por entonces miembro de los rabassaires.

Como en otros lugares, aquellos campesinos rabassaires que militaban en política también lo hacían en ERC. El 22, 24 y 26 de julio un grupo de personas del pueblo quemaron las iglesias y las capillas. En la Causa General, aparece reseñada la presencia de personas de Rocafort. También se hizo acopio de objetos religiosos que se llevaron al Ayuntamiento.

El día 24 aparecieron ocho cadáveres en los límites del municipio. Eran todos de Terrassa, que unos milicianos de aquella ciudad habían llevado hasta las inmediaciones de Mura para ejecutarlos. Y el 30 de julio, otros milicianos de Terrassa quemaron una capilla perteneciente al propietario José Mata de la Barata. Sin embargo, en Mura no hubo muertes violentas en el verano de 1936. Lo que sí que hubo fueron controles, registros y requisas.

Si en julio estos actos se le achacaron a los rabassaires Pere Trullàs Estefanell, los hermanos Joan y Francesc Serra Clariana, entre otros, en agosto realizó requisas y cobró el “impuesto de guerra” a los ciudadanos de derechas un grupo del POUM compuesto por los milicianos apellidados Val, Parés, Roca y otros, según indica la Causa General. Por tanto, vemos que se introdujo este partido, presumiblemente a través de El Pont de Vilomara i Rocafort, ya que este pueblo tenía un nutrido grupo del POUM.

Durante los primeros meses de la guerra se incautaron al menos cinco fincas de los propietarios derechistas – declarados facciosos por el Consejo Municipal – Josep Mata de los Barata, Joan Matarrodona, Emili Sellarés y Félix Eralas[1].

También conocemos los nombres de los patrulleros o milicianos de retaguardia que había en octubre de 1936: Pere Sanclimens Cinca, Josep Sellarés Sallés, Joan Artigas Tura y Miquel Artigas Tura[2]. El mismo documento informaba que ningún mozo del pueblo se había resistido a ser movilizado por el ejército republicano.

El 22 de octubre se constituyó el nuevo Consejo Muncipal, de acuerdo con los decretos de la Generalitat. En este caso se componía de Teodor Artigas Sallent (POUM), alcalde; Salvador Piqué Llobet (ERC), Josep Bardolet Vidal (ERC), Josep Espinalt Coma (ERC); Salvador Verdaguer Sallés (CNT), Josep Sellarés Sallés (CNT), Pere Sanclimens Cinca (CNT); Joan Gibert Piqué (PSUC-UGT); Valentí Clusella Escayola (UR) y Valentí Sellarés Riera (PSUC-UGT).

Visto el nombramiento de Teodor Artigas, nos podemos hacer una idea de la influencia que ganó el POUM en el municipio. Artigas fue el único alcalde del POUM en todo el Bages, aunque hemos visto que ya había logrado la alcaldía en agosto, estando vinculado a los rabassaires. No nos han llegado datos de afiliación de ninguna organización, por lo que no podemos ser más precisos.

Pero poco duró la alcaldía de Artigas. Presentó su dimisión en la sesión del 10 de diciembre alegando motivos personales. A partir de entonces, Artigas fue sustituido primero por Salvador Piqué, de ERC, y luego por Salvador Verdaguer, de la CNT. Verdaguer estuvo en el cargo hasta el 26 de noviembre de 1937.

Entonces se eligió un nuevo ayuntamiento, saliendo elegido de nuevo Piqué como alcalde. La CNT tenía a los consejeros Josep Sellarés Sallés, Pere Sancliments Cinca y Josep Pressegué Serra. ERC tenía al mencionado Salvador Piqué, a Josep Espinalt Coma y Josep Bardolet Vidal. Por último, Unió de Rabassaires estaba representada por Josep Ballvé Casserras. La UGT había perdido sus representantes, Joan Gibert Piqué y Valentí Sellarés Riera, ya que ahora tendrían que ser sustituidos a por militantes del PSUC, y este partido no existía en Mura.

Piqué duró en el cargo, hasta abril de 1938, cuando fue sustituido por Josep Sellarés (CNT). Piqué y otros regidores de su partido habían tenido que incorporarse al ejército. En las actas municipales está escrito que pertenecían al “sector sindical” de ERC. Sin embargo, esta organización no tenía a nadie para sustituir a los movilizados y el consejo municipal los sustituyó por Joaquim Viadiu Clusella (UR) y Valentí Riera Sellarés (UGT).

La guerra se cobró la vida de Ferran Escursell Closas, caído en Zuera el 18 de agosto de 1937. Y al final de la guerra hubo tres muertes violentas en el pueblo, achacadas a los carabineros republicanos. Se trataba de Josep Penina Oriols y Isidre Calvet Sellarés, que vivían emboscados, ocultos en la montaña, hasta que fueron descubiertos y ejecutados sin juicio alguno. Y también estuvo el caso de Pere Roca Toscas. Roca, hermano de un consejero de la Lliga, había intentado cruzar la frontera en abril de 1937 y fue interceptado por los carabineros. Desde allí fue conducido a la prisión de Manresa. Y varios días después desapareció de la misma y apareció muerto en Mura.

Tras la guerra doce personas padecieron penas de prisión, trabajos forzados o largas estancias en los campos de concentración franquistas.

Como resumen, podremos indicar que Mura, como otros municipios rurales tenía un claro predominio rabassaire, que al comienzo de la guerra el auge de otras organizaciones de izquierda como el POUM y la CNT, movieron la correlación existente hasta entonces. La militancia de estas organizaciones revolucionarias salía directamente de los rabassaires radicalizados en 1936.


[1] CDMH, Salamanca – PS – Barcelona, 167, 3, 2

[2] CDMH, Salamanca – PS – Barcelona, 308, 1, 60