Miguel G. Gómez / @BlackSpartak

Militante clave del movimiento obrero de los años 30 en la comarca catalana del Bages. De anarquista revolucionario a alcalde de Manresa durante la Guerra Civil, pasando por diversos cargos orgánicos en la CNT, tuvo mucha relevancia para la vida sociopolítica de Manresa. Después de la guerra se exilió a Francia y de allí retornó a Barcelona para iniciar un proyecto político en los años 40 que sería mal encajado por el ámbito libertario.

Los comienzos

José o Josep Corbella nació el 4 de agosto de 1904 en Solsona, provincia de Lérida, en el seno de una familia trabajadora. Su padre se llamaba Josep Corbella Miserachs y su madre Rosa Suñé Caelles[1]. La familia paterna provenía de Igualada, con raíces más antiguas en la Segarra (en Vallfogona de Riucorb). Tuvieron tres hijos, un niño, Josep, y dos mellizas. El padre había montado hacía poco una fábrica de licores destilados.

La madre, Rosa, murió al poco tiempo, en 1910, cuando Josep tenía 5 años. Era hija de Cayetano Suñer y Rosa Caellas, de Manresa. Al casarse con Josep Corbella Miserachs marchó a vivir a Solsona. Pero después de la muerte de Rosa Suñé, en la década de 1910, la familia siguió la línea migratoria Cardoner-Llobregat, con paradas en Cardona, Suria y finalmente Tarrasa, en donde se quedaron. Las chicas trabajarían en una fábrica de medias, la Sanllehí.

Cuando el padre Josep enviudó se volvió a casar, esta vez con Maria Bonell Argelagós. Tuvieron tres hijas, aunque la mayor, Teresina, murió al poco tiempo en Suria. Como hemos dicho antes, primero fueron a Cardona, pero poco después se mudaron a Suria.

Allí en Suria las minas estaban en marcha desde 1912 y necesitaban mucha mano de obra. Será aquí donde Corbella entra en contacto con las ideas anarquistas y con la organización obrera. Tengamos en cuenta que la dictadura de Primo de Rivera había prohibido la actividad de la Confederación Nacional del Trabajo, la CNT. Algunos militantes se tuvieron que exiliar en Francia. Uno de ellos fue Josep Corbella quien, con poco más de veinte años, se fue al país vecino ganándose la vida trabajando en una granja, y después como camarero.

Por aquel entonces los sindicalistas de Suria se reunían en el Café Cal Quim, en la calle Ángel Guimerá, 44 de aquella población[2]. En 1925, con 20 años, Josep es miembro del grupo de afinidad anarquista de Suria, llamado Sin Fronteras. Este grupo participó en reuniones en Manresa y Tarrasa para conformar una organización anarquista. Esta organización, como es sabido, será la Federación Anarquista Ibérica, FAI, fundada en Valencia en 1927. A finales de 1928, Manresa ya cuenta con una Federación Local de Grupos Anarquistas compuesta por los grupos Bakunin, Los sin patria y sin hogar y El Vencedor. Esto sería el germen de la FAI en Manresa y de la comarca del Alto Llobregat y Cardoner[3]. A partir de esta organización, se constituye la federación comarcal con los grupos de los pueblos. En estos meses se creó también un Comité de Relaciones Anarquistas con sede en Manresa. Estaba conformado por Víctor Bayo, Enric Grau, Simón Rubio y Josep Corbella. El comité tenía su sede en casa de Bayo.

Por su parte, el grupo anarquista de Suria estaba compuesto por militantes que trabajaban en las minas de potasa, tales como Enrique Flores, Manuel Pinto, José Farriols, Martín Navarro o Torrens. El 2 de octubre de 1929 el Rey Alfonso XIII tenía previsto a visitar las minas. Para entonces Corbella ya se había mudado a Manresa. Aun así, el caso es que el grupo anarquista minero estuvo estudiando la posibilidad de realizar un atentado contra el Rey, cosa que le fue encargada por el Comité Regional de la CNT. Finalmente el propio comité desestimó el atentado por la certeza de que el Rey estaría rodeado en todo momento por periodistas, técnicos de la mina, personal minero y muchos curiosos. Por tanto, había bastantes posibilidades de que aquello acabase en una masacre y, por tanto, no hubo atentado.

Aspecto que presenta en la actualidad el 26 de la Carretera de Cardona de Manresa.

Habíamos dicho que Corbella se había mudado a Manresa. A finales de la década, pasó a alojarse en casa de su tío Jacint Corbella Miserachs, hermano de su padre, que regentaba dos tiendas, en la misma casa de Carretera de Cardona, número 26. En una vendía vino y, en la otra, carbón. La familia vivía arriba, en el primer piso. Ésta fue su casa en los períodos que residió en Manresa hasta la Guerra Civil.

En cuanto al resto de su familia, ésta se mudó desde Suria a Tarrassa. Volveremos a saber de ella más adelante.

Su tío, Jacint, murió de cáncer de estómago en enero de 1929. Así que su tía Carmen Ventura Marbà se hizo cargo de la casa. Al poco tiempo de la muerte del marido la viuda dejó de ocuparse de las dos tiendas. En una de ellas se instaló una alpargatería, y en la fachada los dueños colocaron una alpargata (espardenya en catalán) muy grande (de ahí el nombre que tomó todo el edificio, Ca l’Espardenya).

Carmen Ventura era madre de dos hijos, Josep y Teresa, apellidados ambos Corbella Ventura. Tenían en el momento de la muerte de su padre 14 y 12 años, respectivamente. Podemos intuir los equívocos de identidad, ya que había tres Josep Corbella.

En esta misma casa, además, Carmen acogió a dos sobrinos, hijos de una hermana, llamados Jaume y Joan Real Ventura[4]. Ambos fueron barberos de oficio. Joan vivió en Manresa toda la vida. En cambio, Jaume tuvo una vida más agitada. Más adelante daremos más detalles.

La Segunda República

Josep se integró de inmediato en el activismo sociopolítico de la ciudad. En aquel momento Manresa rondaba los 30.000 habitantes y era una de las ciudades más pobladas de Catalunya. Y por supuesto, los sindicatos de la CNT se iban recomponiendo tras el período de ilegalidad de la dictadura.

El Dia (Manresa) – 20/11/1930

Respecto a la actividad de Corbella, lo encontramos en acción el 19 de noviembre de 1930. En ese día tuvo lugar una huelga general en Manresa convocada por la Federación Local de Sindicatos Únicos de la CNT. La huelga se lanzó como protesta contra la represión, por la libertad de prensa y de asociación y seguía la estela de las huelgas generales de Madrid y Barcelona. En un momento dado fue detenido un sindicalista de la fábrica Pirelli, llamado Fernando Trigo. Como protesta ante esta detención se autoconvocó espontáneamente una gran manifestación que fue directamente al Ayuntamiento. Una vez allí la muchedumbre quería ir a los calabozos, situados en un edificio de detrás, en los actuales juzgados viejos. Pero la Guardia Civil, armada, impidió cualquier acercamiento. Ante esto, la manifestación giró hacia la Cámara de Comercio e invadió el local. Corbella se dirigió a la multitud desde el balcón animando a continuar con la movilización “hasta la libertad de los presos sociales”[5].

Con la llegada la República el 14 de abril de 1931 la CNT manresana también convocó una huelga general. Lo había hecho antes el 12 de diciembre de 1930. Y ahora volvía a paralizar la ciudad. Su objetivo era que el proceso no se paralizase y se superase de una vez el régimen dictatorial y la monarquía. De manera que, en este contexto, el día 15 de abril, una delegación obrera rodeada de un gran gentío fue al Ayuntamiento. En la reunión, la Junta municipal provisional, conformada ya por republicanos, ofreció a los sindicalistas asumir los puestos de conserjería, alguacil y funcionarios del consistorio. Ofrecimiento que fue rechazado con el argumento de que dependían de la decisión de los sindicatos. El caso es que los sindicalistas habían ido a parlamentar con la Junta para dejar clara la postura de la Confederación que pedía, entre otras cosas, la jornada de 8 horas o la disolución de la Guardia Civil.

Precisamente se había preparado un dispositivo de defensa contra la posible reacción de la Guardia Civil[6]. El representante de los sindicatos, Josep Corbella, salió al balcón del Ayuntamiento a informar a la multitud de las decisiones acordadas – papel mojado la mayoría, ya que el Ayuntamiento no tenía competencias para la mayoría de ellas.

Si por aquel entonces Corbella ya era una persona de referencia entre los sindicatos manresanos, en aquellos meses también se estaba estrenando como buen orador. En esta función lo vemos en Manresa en el Teatro Conservatorio, el 23 de marzo de 1931 junto con Bartolomé Diacrepé, Fernando Trigo, José Cinca, Rosario Dolcet, Adolfo Bueno, Lorenzo Griñó y Jaime R. Magriñá [7]. En abril fue a la Pobla de Lillet (comarca del Berguedá), realizando un mitin de “divulgación social”. Participaron Pedro Cano, Joan Figueras Russinyol, Rosario Dolcet, María Farrés, Corbella y un tal Martínez[8]. El Primero de Mayo volvió a participar en otro mitin, en Manresa, con los mencionados Trigo, Griñó, además de Enric Grau, Alcaide, Cañizares y Almeida[9]. Eran tiempos de gran crecimiento organizativo y los militantes se tenían que multiplicar para poder llegar a todo lo que se les exigía.

Ilustración 3 – El Dia – 16/04/1931 p.4

Corbella también participó en el Tercer Congreso Confederal de la CNT, celebrado en Madrid en junio de 1931. Representaba a los sindicatos de la Construcción, Transporte y a los Ferroviarios de Manresa (ligados a transportes). También asistió José Alberola representando otros sindicatos de Manresa y de la comarca del Alto Llobregat. Ambos defendían la postura de iniciar de inmediato un proceso revolucionario aprovechando la debilidad republicana. Corbella firmó el dictamen de la ponencia “Posición de la CNT ante la convocatoria de las Cortes Constituyentes”. También realizó una pregunta al Congreso sobre la afiliación de los comerciantes y dueños de las tiendas, puesto que su sindicato (era Transportes de Manresa quien lo preguntaba) era consciente de que había muchos de ellos afiliados a la CNT.

Aquí podríamos hacer una precisión, que es que la CNT manresana estuvo intentando atraerse a la Asociación de Dependientes de Comercio y de la Industria, ADCI, en aquellos meses de 1930 y 1931. Por ello se organizaron algunas conferencias, como la de Sebastián Clará en noviembre de 1930. Sin embargo, este acercamiento no fructificó y la ADCI de Manresa nunca se acercó a los postulados anarcosindicalistas. A lo largo de la Segunda República tendrá en sus juntas militantes socialistas y comunistas, así como algunos republicanos afines a Esquerra Republicana, ERC. Para 1936 este sindicato caerá en la órbita del partido comunista, del PSUC.

Volviendo al relato, diremos que la huelga estatal de la Telefónica de 1931 también tuvo eco en Manresa. Para el 6 de julio la situación era de tal tensión, que la Guardia Civil ocupó las instalaciones de la Telefónica. El Gobernador Civil envió unos 200 guardias a la ciudad debido a la situación. Para el 13 de julio estallará la huelga general en la ciudad. Para entonces la Federación de Grupos Anarquistas había organizado un “grupo de acción” conformado por Corbella, Enric Grau, Pedro Cano, Josep Camps, Soler, Celestino “Esmolet”, “Sevilla” y “Manolo”[10]. El grupo realizó diversos sabotajes, como por ejemplo la voladura de postes de teléfonos incomunicando la ciudad. El mismo proceder tuvo lugar para la huelga general del 4 de septiembre de 1931, que tuvo carácter provincial. En este caso no se conocen los integrantes, pero nos podemos imaginar que podrían ser los mismos o parecidos. El éxito de la huelga de teléfonos hizo que la CNT recibiese un aluvión de afiliaciones. El clima social que se respiraba en todo el Alto Llobregat era sumamente explosivo, especialmente en las minas. En Cardona y Suria o Fígols hubo episodios graves que hacían patente un problema estructural que estallaría violentamente pocos meses después.

A finales de año Corbella es nombrado secretario de la Federación Comarcal de la CNT del Alto Llobregat y el Cardoner. En aquel momento la Confederación rondaba los 20.000 afiliados en la comarca, teniendo más de 8.000 afiliados en Manresa. Por aquel entonces se entendía que la CNT era el sindicato único del proletariado catalán, de ahí que los obreros de todas las tendencias también estuviesen afiliados.

En el capítulo de actos públicos, en octubre Corbella realiza una conferencia en Suria sobre sindicalismo y cooperativismo[11]. En diciembre participa en dos actos. El primero el 18 en Gironella, bajo el título de “la imperfección no está en el individuo sino en la sociedad”[12]. Y el 27, preside un mitin en el Teatro Kursaal de Manresa con Ricardo Sanz, Buenaventura Durruti, Val y Claramunt[13]. A primeros de año volvería a Suria, con otro mitin de agitación social (en un pueblo ya de por sí agitado) en el cine Socisa junto a Manuel Pérez, Rosario Dolcet, Libertad Ródenas, Arturo Parera, Jaime Ribas y Durruti. Este acto era el preludio de la insurrección que estaba a punto de suceder. Estos mítines informaban al público de los continuos desmanes de la fuerza pública, que estaba protagonizando justo en aquellos mismos días masacres en varios pueblos por reprimir protestas (18 muertos en aquella misma semana) y lo animaban a prepararse para la revolución social.

La famosa Revuelta del Alto Llobregat comenzó el 20 de enero de 1932 en Fígols, pueblo minero cercano a Berga. El conflicto se inició debido a una huelga de la fábrica textil. Cuando las obreras de la fábrica pidieron ayuda a la mina, los mineros la ocuparon enseguida desarmando a los vigilantes. Una vez dueños de la situación bajaron a los pueblos del valle y los ocuparon sin resistencia. Enseguida se extendió la llama por toda la comarca.

Pero para la CNT del Alto Llobregat supuso un conflicto interno de grandes proporciones. El día 21 se celebró en Gironella un Pleno de los sindicatos de la comarca para decidir qué hacer. La decisión fue la de esperar a que el Comité Regional o el Comité Nacional proclamasen la huelga general revolucionaria. Por tanto, los sindicatos de la comarca no la convocaron. El día 22 de enero, el Comité Regional convocó la huelga general en Cataluña sin el carácter de “revolucionaria”. Sin embargo, en cuanto las noticias de la insurrección de Fígols llegaban a los pueblos, éstos se unían al movimiento espontáneamente sin tener en cuenta los acuerdos. Esto sucedió en Balsareny, Cardona, Navarcles, Sallent y Suria que proclamaron el comunismo libertario ocupando los ayuntamientos y desarmando al somatén o los vigilantes de las fábricas. En cambio, en otros lugares se convocó una huelga general de “brazos caídos” (que es lo que hoy en día entendemos por huelga general: simplemente no ir a trabajar) siguiendo la consigna del Comité Regional. Quienes se lanzaron a hacer la revolución acusaron al Comité Regional de haberlos dejado tirados.

En Manresa, sede del batallón del cuartel del Carmen, los militares controlaron la situación enseguida y detuvieron a todos los que se hallaban en el local de la Federación Local. Corbella no se hallaba entre ellos. Su papel era el de enlace entre la comarcal y la Regional catalana. Pronto llegaron muchos más soldados y guardias que tomaron sin dificultades todos los pueblos de la comarca. Con la derrota del movimiento se produjeron doscientas detenciones en la zona. Más tarde incluso se deportaron algunos detenidos en un barco con destino a África. Esta deportación era vista como un abuso intolerable por parte del Gobierno republicano, y desató una insurrección de solidaridad en Tarrasa, cuyo ayuntamiento fue tomado el 15 de febrero y desde allí se proclamó el comunismo libertario. Como en el Alto Llobregat, el movimiento revolucionario fue derrotado sin problemas por la fuerza pública.

Pero a nivel interno la CNT salió muy tocada de todo esto. El sector faísta – identificado con la FAI, pero que no necesariamente militaba en ella – buscaba tomar los puestos relevantes en la organización sindical. Y para ello desplazaba a aquellos que tenían los cargos, que a su vez se defendían con uñas y dientes. Este sector se le denominaba treintista, por un manifiesto que lanzó en agosto del 31. La lucha de los dos sectores enrareció el ambiente y para el Pleno de Sabadell, celebrado en abril de 1932, se constató que las diferencias eran abismales. Corbella asistió a aquel pleno representando al sindicato de la Pobla de Lillet que tenía 800 afiliados. Se desconoce su vinculación con aquella población más allá de ir a un mitin el año anterior. La postura de Corbella era afín a las tesis faístas. Para que entendamos esta posición, en aquellos años tenían el ejemplo ruso muy cercano. Los bolcheviques no habían permitido la consolidación del gobierno de transición y habían realizado su propia revolución unos pocos meses después de la caída del zarismo. Pues en España se planteaba algo parecido en una República que tenía solo un año de edad.

Para la CNT comarcal la cuestión del mencionado pleno de Gironella supuso un antes y un después. Otro de los factores de división interna fue la impugnación del comité comarcal, en el pleno de San Vicente de Castellet del 11 y 12 de junio de 1932. Allí se revisaron las cuentas de la tesorería y se descubrió un desfalco de 12.000 pesetas que no aparecían por ningún lado. Corbella ya se había ido a Barcelona en enero, así que quedó libre de sospechas. Éstas recayeron sobre Joan Figueras, presidente; Joan Puig, secretario – sustituto de Corbella; Leonci Sanllehí, contador; y Joan Bernich, tesorero. Todas las culpas se centraron sobre Bernich, que oportunamente se había marchado a Sevilla. Sin embargo, como la comisión investigadora terminó su trabajo en 1933 y para entonces la escisión treintista ya era una realidad. El Comité Regional de Catalunya ignoró las peticiones de esta comarcal – que estaba posicionada con los treintistas[14]. En Solidaridad Obrera se publicó al poco tiempo un aval a Corbella de la Federación de Grupos Anarquistas de la comarca, diciendo que cualquier sospecha sobre él era falsa[15]. Ignoramos qué sospechas había sobre él, pero pueden estar relacionadas con lo anteriormente narrado.

Crónica Social. Diario de Tarrasa, 13/09/1932, p. 3

Después del verano, se produjo una redada de la Guardia de Asalto contra una reunión de anarquistas en Tarrasa. Según la prensa burguesa se trataba de una reunión para organizar una nueva revuelta o atentados terroristas. En cambio, según Solidaridad Obrera estaban celebrando una reunión paraconstituir una escuela racionalista en aquella ciudad. En todo caso se detuvo a 39 militantes que venían de varios puntos de Cataluña. Entre aquellos encontramos a Josep Corbella de Manresa y a Guzmán Val y Josep Farriols, ambos de los grupos anarquistas de Suria[16]. A los pocos días la “Soli” vuelve a notificar que aún seguían detenidos en la Jefatura de policía de Tarrasa 18 militantes, entre los que ya no consta Corbella. Justamente en aquellos mismos días tenía lugar el mitin de Artes Escénicas que organizó CNT ante 100.000 personas para protestar contra la represión. Solo en Tarrasa se había detenido 90 anarquistas durante aquel año.  

Posteriormente podemos ver a Corbella participando en un mitin en Sallent junto a María Durán, Tomás Cano Ruiz y Rosario Dolcet[17] y en otro en Manresa con motivo de la huelga de la Pirelli junto a Rafael Núñez, Juan Bruno y un miembro del Comité Regional[18].

Que Corbella seguía estando al corriente de todo lo que sucedía en Manresa, lo podemos intuir con un escueto mensaje aparecido en Solidaridad Obrera: “Camarada José Corbella: Mariano Prat me pregunta si podemos poner en claro el asunto que nos incumbe a los tres tan pronto como pases por Manresa. Firmado, M. Casanovas”[19].  Eran frecuentes estos mensajes crípticos en la prensa libertaria. De ahí podemos intuir que Corbella no vivía en Manresa.

A los pocos días tuvo lugar la insurrección del 8 de enero de 1933, que en la comarca del Bages se desarrollaría en Sallent principalmente. Aquella insurrección provocó dos cenetistas muertos, por los tiros de la Guardia Civil, e inclinaron a los sindicatos treintistas de Manresa a impulsar definitivamente una asamblea regional de Sindicatos de Oposición de la CNT celebrada a finales de enero.

Por aquel entonces ya se había expulsado de la CNT a los sindicatos dirigidos por militantes del Bloque Obrero y Campesino y también a la Federación Obrera Local de Sabadell. La escisión ya era un hecho. A ella se unió casi toda la comarca del Alto Llobregat, exceptuando los sindicatos mineros de Cardona, Fígols, Sallent, Balsareny, Suria, oficios varios de Monistrol de Montserrat y tres sindicatos de Manresa (Construcción, Caucho y Ferroviarios). Por si fuera poco, varios sindicatos de la comarca (Berga, Cardona, Navarcles, Pobla de Lillet, Suria y Berga) permanecieron clausurados muchos meses – algunos hasta la primavera de 1936 – perdiendo el anarcosindicalismo el liderazgo sindical ante la creación de nuevos sindicatos de signo comunista.

Corbella continuaba su progresión orgánica en la CNT. En abril de 1933, participa en el mitin en Barcelona contra la pena de muerte que se pedía contra nada menos que 42 miembros de la CNT de Tarrasa[20]. Eran aquellos que habían proclamado el comunismo libertario desde el Ayuntamiento de la localidad y fueron detenidos allí mismo. La República se mostraba implacable. El 23 de junio volvería a realizar otro mitin en el Palacio de las Artes Decorativas por el mismo asunto[21].  La organización realizó decenas de mítines contra la represión en aquella primavera y anunciaba 9.500 presos.

A los pocos días tuvo lugar un referéndum en la Confederación Regional del Trabajo de Cataluña (CNT) en donde se votó la secretaría general. Fue elegido Josep Corbella con los votos de 96 sindicatos que representaban 119.645 afiliados[22]. Recibió el apoyo en bloque de los sindicatos de Barcelona, muy decantados por el sector faísta.

Ilustración 5. Solidaridad Obrera, 28/06/1933, p.4

A parte de su actividad orgánica y burocrática, enorme en una gran organización como la que era la CNT, tomó parte en los dos mítines más nutridos que organizó la Confederación en la segunda mitad del año. Eran mítines de impugnación a la República. Desde la tribuna se atacó sin paliativos la ley de vagos y maleantes que había llevado a la cárcel a numerosos compañeros. Se exigió la libertad de los 9.000 presos de la CNT, la mayoría gubernativos[23].

Intervención del Comité Nacional en el mitin de la Monumental. Solidaridad Obrera
Presidencia del mitin de la Monumental. Solidaridad Obrera

El primero de ellos tuvo lugar el 23 de septiembre en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona. Las cifras rondaban los 80.000 asistentes según informaba Solidaridad Obrera. El 5 de noviembre tuvo lugar otro mitin pidiendo la abstención en las próximas elecciones. Estaba convocado por la revista Tierra y Libertad. Hablaron J. R. Magriñá, J. Claro Seudón, Francisco Isgleas, Expédito Durán y Avelino G. Mallada. El acto fue presidido por Corbella que invitó a la concurrencia a adscribirse al “frente único revolucionario anarcosindicalista” [24]. Podemos intuir que era una respuesta al frente único que impulsaba el Bloque Obrero y Campesino de Joaquín Maurín, que dio lugar a la Alianza Obrera, protagonista de los hechos de 1934. En todo caso cerró el mitin dando una idea de lo que se avecinaba: “si el pueblo se abstiene, la CNT propulsará un movimiento revolucionario. Siendo consecuentes, la abstención electoral significará la revolución” [25].

Presidencia del mitin de la Monumental

Un apunte curioso es que en aquellos momentos el gobernador civil era el republicano manresano Joan Selves i Carner. Asumió el cargo el 5 de septiembre de 1933. Selves había presidido la Junta municipal de Manresa en abril 1931 y por tanto había tenido trato directo con Corbella. Seguramente fue él mismo quien le ofreciera a Corbella trabajar en el Ayuntamiento. Ahora los vemos en puestos relevantes a nivel de Cataluña en posiciones confrontadas.

Las elecciones generales tuvieron lugar el 19 de noviembre. La CNT impulsó una campaña abstencionista que tuvo bastante eco en Barcelona y sus pueblos aledaños, y en las provincias del sur de España. Además los socialistas habían roto su alianza con los republicanos. Todo esto dio la victoria a la derecha, que formó gobierno. La CNT para no quedarse con la sensación de haber favorecido a la derecha decidió lanzar una insurrección tal como había insinuado Corbella en el mitin. Esta revuelta tuvo lugar el 8 de diciembre.

En Manresa se había creando un comité de defensa en aquel otoño. Éste había entrado en contacto con el Comité Regional que envió a Cristóbal Albadatrecu para que enseñara a los miembros del comité de defensa local a fabricar explosivos. El Comité Regional a su vez había pedido “material” a Manresa que se llevó a Barcelona por mediación de Corbella. En aquellos momentos en Manresa existía una fábrica de obuses, la fundición Desveus, y allí trabajaba un militante de la FAI llamado Pere Ferrer (o Pere “Boig” o Pedro el “loco”). Ferrer sustrajo los obuses necesarios para fabricar las bombas que se utilizaron en varios puntos de Catalunya. En Manresa estallaron 9 bombas, entre ellas una muy potente en las obras de la Seo. De resultas de aquella revuelta, hubo nueve detenidos[26].

A partir de aquí Corbella pasará a tener un rol de mucha menor intensidad en la Organización. En 1934 tiene un papel de enlace entre sindicatos y grupos de militantes y en 1935, quizás antes, vuelve a instalarse en Manresa. Gobernaba la derecha en España en lo que se conoce como el bienio negro. Al ser derrotado el movimiento de Octubre del 34 muchos militantes revolucionarios pasaron a un papel más discreto. Las cárceles están llenas de presos y los sindicatos clausurados.

Así pues, Corbella aprovechó este año para casarse con su prima Teresa Corbella, de 18 años, y vivirán bajo la tutela de la madre de ésta en el domicilio de Manresa antes mencionado. Fruto de esta relación familiar nacerá Jacint Corbella i Corbella en 1937[27]. En 1935 Josep entró a trabajar en Gaspar Galí, de curtidor.

La Guerra Civil

Los años de la guerra son para todos los militantes unos años de ritmo frenético. Para Corbella no fue menos. Ya hemos visto que su actividad había descendido considerablemente desde 1934, pero la situación social y política requería de la participación de todo el mundo en aquel ambiente electrizado.

A comienzos de la guerra se constituyen dos comités revolucionarios en Manresa, uno de ellos el Comité de Milicias Antifascistas, liderado por la CNT y el otro, el Comité Revolucionario Antifascista, se componía de militantes de todos los partidos y encabezaba el sector treintista. El 10 de agosto ambos comités se unificaron quedando compuesto por 3 representantes de la CNT, 3 de los Sindicatos de Oposición (treintistas), 3 de la UGT, 2 de ERC, 2 del PSUC, 2 de la FAI, 1 de Unió de Rabassaires, 1 del POUM y otro repartido entre Estat Català y el Partido Federal. El presidente de este nuevo comité era Rafael Corvinos (por el PSUC) y el secretario, Josep Corbella (por la CNT).[28]

A diferencia de otros territorios, en Manresa los treintistas no se unieron a la CNT. Aquí los sindicatos que controlaba este sector decidieron ingresar en la UGT, siguiendo el ejemplo de sus afines de Sabadell. Es probable que algunos de sus líderes ya fuesen cercanos al PSUC, que fue donde acabaron meses después. Con la entrada de los Sindicatos de Oposición en la UGT esta central sindical fue mayoritaria en la ciudad de Manresa.

Sea como sea, la Confederación mantuvo una influencia muy relevante en la ciudad, propia del momento. Por ejemplo, organizaron la fuerza miliciana más numerosas de la zona, la Columna Tierra y Libertad. Sin embargo, también lograron la propia alcaldía de Manresa, que fue asumida por Josep Corbella el 20 de octubre de 1936. Durante casi dos años Corbella fue presidente del Consell Municipal[29]. Y dado su cargo de alcalde-presidente, tuvo que desempeñar todas las funciones que lo acompañaban.

Por ejemplo, funciones de tipo representativo. El 25 de octubre acudió a la ciudad una delegación de la Consejería de Economía, que estaba encabezada por el consejero cenetista Joan P. Fábregas. Corbella tuvo que realizar la recepción oficial y de paso le describió a esta delegación las necesidades inmediatas de la población a nivel económico[30]. Otro ejemplo tuvo lugar en noviembre al recibir la visita del consejero de agricultura, el rabasaire Joan Calvet. En marzo de 1937 presidió un desfile del Ejército Popular en Manresa. Pero en resumen hizo de todo, como conferenciar para Radio Manresa, inaugurar el grupo escolar Joan Selves i Carner (en el actual edificio Cots), inaugurar el I Congrés de Teatre Revolucionari celebrado en Manresa, o inaugurar la I Exposició de Projectes d’Obres Municipals en julio de 1937. En este sentido, el Ayuntamiento no pudo realizar demasiadas obras públicas debido a la precariedad de la guerra, y aun así se pudieron terminar diversos proyectos. Sería este consistorio el que terminó de derribar 7 iglesias de la ciudad, cosa que después de la guerra fue presentado como poco menos que el reinado del terror[31].

A un nivel más político, presidió la Junta de Defensa Pasiva, creada para construir los refugios antiaéreos, aunque era un cargo más simbólico que práctico. También presidió la Junta Agrícola del municipio, constituida en julio de 1937. Quizá los dos proyectos revolucionarios más importantes en los que participó fueron, por un lado, las asambleas de la Séptima Vegueria[32]. Su función nunca acabó de estar del todo clara, aunque intentaron llevar a cabo algunos proyectos de obra pública como carreteras o pantanos, e intentaron equilibrar los salarios de todos los municipios. Otra función interesante fue la de compartir servicios entre municipios. El otro gran proyecto fue la municipalización de la vivienda de Manresa iniciada en marzo de 1937. La idea era que toda la riqueza urbana (es decir, los edificios y solares) pasasen a propiedad del municipio. Los alquileres se cobrarían por parte de éste y de esta manera se tendrían cuantiosos ingresos. Pero esta medida fue interferida por la Generalitat, que hizo su propia ley de riqueza urbana y se llevó buena parte de los alquileres.

Las disputas políticas entre las facciones partidarias de la revolución social y sus contrarias no tuvieron demasiada importancia en Manresa. Se materializaron, eso sí, en el tema de los abastos. Ante la imposibilidad de cooperativizar o colectivizar el comercio entero, la CNT tuvo que montar su propia Cooperativa Confederal por su cuenta, dejando intacto el resto del comercio. Los Hechos de Mayo de 1937 supusieron la llegada a la ciudad de cientos de guardias de asalto, que tomaron la Telefónica, sin respuesta de las entidades revolucionarias. Los militantes del PSUC iniciaron una campaña de acoso y derribo contra la CNT, y por supuesto contra Corbella. Por ejemplo, difundieron el bulo de que éste había enviado obras de arte a Francia con el objeto de quedarse

El Pla de Bages, 29/05/1937

el dinero. La campaña fue de tal magnitud que la CNT contraatacó, y el 30 de mayo celebró un mitin que fue convocado de forma muy inteligente diciendo que Corbella hablaría de los rumores y las difamaciones. Pura carnaza.

En ese mitin Corbella no mencionó para nada la campaña de insidias a la que estaba sometido y, al contrario, apeló a la unidad antifascista en un discurso muy emotivo – según los testigos. El siguiente turno fue para el también cenetista Paulino Malsand que, éste sí, se despachó a gusto contra los comunistas y los amenazó veladamente diciendo que la CNT ya no creía en los consejos municipales y que consideraban que era una pérdida de tiempo[33]. En 1938 Corbella volvió a ser acusado de los mismos tipos de robos sin que se presentasen pruebas de ninguna clase. En cambio, quien sí fue detenido en la frontera de la Junquera por contrabando de azafrán fue el sucesor de Corbella a finales de 1938, Joaquim Fornells Parera, también de la CNT. En Manresa es posible que se entremezclen ambos recuerdos y se acuse a Corbella de lo que hiciera Fornells.

En 1938 Corbella, en enero, elevó una queja a la Conselleria de Seguretat de la Generalitat diciendo que cada día llegaban guardias y mossos d’esquadra de Barcelona, que armados, iban a las tiendas de Manresa y se negaban a pagar lo consumido, en ocasiones coaccionando a los comerciantes. Otra intervención, hecha en mayo, fue para poner al Ayuntamiento al día de las evasiones de capital convocando a todos los directores de los bancos de la ciudad. Y, por último, destacar su intervención en el mitin del Primero de Mayo de 1938 en el Teatro Kursaal, junto a Fernando Trigo (que ya hemos visto en 1930-31) y Josep Anselmo, ambos de CNT. Era un mitin de unidad antifascista en el preludio de los durísimos combates de aquel verano del 38 en el Ebro.

Toda esta labor institucional, además, la compaginaba con sus funciones orgánicas: En 1937 representó a la Federación comarcal de Grupos Anarquistas en un pleno regional de la FAI. Y también fue miembro de la Comisión Asesora Política de la CNT, desde julio de 1937, en la sección de legislación[34]. Se trataba de un organismo directivo, muy impropio de una organización horizontal como la CNT, pero que se implementó por causa de la guerra, tomando decisiones sin pasar por los sindicatos.

En mayo de 1938 dejará la alcaldía para incorporarse al Ejército Popular de la República. Lo hará en las milicias de cultura como inspector general. De esta etapa no se ha encontrado apenas información. Y, como tantos, con la derrota republicana pasará a Francia en 1939.

La postguerra

Con la retirada a Francia de gran número de tropas republicanas, el estado galo confinó a la mayoría de ellas en el campo de concentración de Argelès-sur-mer. Aquí estuvo internado Josep Corbella. En cambio, su familia logró llegar hasta Millau, departamento de Aveyron, Midi-Pirénées. Se trataba de Carmen Ventura, Teresa Corbella y su hijo Jacint. Teresa encontró trabajo cosiendo pantalones.

Hacia finales de año o en 1940, la familia pudo visitar a Josep. Según los relatos familiares el campamento estaba hecho de barracones a modo de tiendas de campaña. Por aquel entonces también se encontraba ahí el hermano de Teresa Corbella (también llamado Josep Corbella) y el primo de éstos, Jaume Real Ventura. Mataban el tiempo jugando al ajedrez, ya que vivían muy cerca.

En 1940 los alemanes hicieron una redada en el campo deteniendo a todos los ocupantes de un barracón. Entre ellos estaba Jaume Real, que fue conducido primero a Dachau y después a Mauthausen de donde logró salir con vida gracias a su oficio de barbero[35]. Hoy en día existe una piedra stoplerstein que marca el domicilio que tenía Jaume en 1936, que como sabemos es el mismo que el de Josep Corbella. Jaume era apolítico y cuando estalló la guerra se encontraba haciendo el servicio militar en Zaragoza. Pasó a Manresa en los comienzos de la guerra, corriendo gran peligro, y más tarde es probable que participase de la colectividad de barberos que hubo en esta ciudad.

Ante la derrota francesa a manos de la Alemania nazi reinaba una gran inseguridad entre los refugiados españoles. Además, el sur de Francia se había llenado de confidentes franquistas o de oscuros personajes que ofrecían un retorno a España “sin consecuencias” que ayudaron a enrarecer más aún la situación.

La familia Corbella regresó a España hacia noviembre de 1940.  Carmen Ventura había estado ingresada en el hospital de Millau con peligro de su vida. Se instalaron en Tarrasa por temor de las posibles represalias que tendrían en Manresa al ser familiares de un ‘rojo’ destacado. En Tarrasa vivían las dos hermanas de Josep, que habíamos dejado al principio del relato. Cuando lo creyeron seguro, volvieron a Manresa y no les sucedió nada. Por su parte, Josep Corbella Ventura también llegó a Francia, a los campos de concentración, pero volvió antes que el resto de la familia a España, siendo internado en un campo de concentración en Málaga. En cuanto salió de allí volvió a Manresa, en donde entró a trabajar en la Agencia Mora de Transportes, Cal Mora, que había sido su lugar de trabajo desde antes de la guerra. También hizo de padre para el niño Jacint.

Josep Corbella Suñé volverá a España en algún momento entre 1941 y 1943 asustado por la situación de la guerra. Muchos refugiados consideraron que era menos peligroso intentar volver a España que permanecer en una Francia ocupada por los alemanes. La Francia de Vichy se veía como otro régimen fascista más y a muchos no resultaba nada atractiva la idea de enrolarse en un batallón de trabajadores.

Seguramente el retorno de su familia a Manresa, con su tía enferma, y la detención de su primo por parte de los alemanes determinaron este camino. Pero, dado su rol durante la guerra, no quería poner un pie en Manresa. Así que se escondió en un piso de Barcelona, en la calle Martínez de la Rosa, 33. Era un piso alquilado por su primo Josep Corbella Ventura. Éste se veía allí con su novia. Quizás tenemos aquí el origen de más de una crítica malintencionada sobre Corbella.

Aquí entramos de lleno en los equívocos que se han escrito sobre Corbella. Sobre lo que hizo y lo que dejó de hacer. Intentaremos poner algo de luz.

En primer lugar, Eduardo Pons Prades lo sitúa como aliado de Pedro Corrons y Ricardo Fornells, miembros ambos del Partido Sindicalista. En 1940 y 1942 estos dos y otros militantes sindicalistas intentaron reclutar adeptos para colaborar en la Organización Sindical Española, los sindicatos verticales. Supuestamente habían logrado llevar a España a unos 300 militantes libertarios presos en los campos de concentración franceses[36]. Hacia 1942 esta colaboración se terminó de golpe con una redada contra la estructura del Partido Sindicalista que quedó definitivamente descabezado. Corrons moriría al poco tiempo de salir de la cárcel y Fornells tuvo que refugiarse en Francia hasta que promovió una nueva intentona, el Partido Laborista.

Sin embargo, en 1944 el mismo Pons Prades – militante también del Partido Sindicalista y de la CNT – realizó un viaje por España y dio cuenta de sus contactos. En su informe comenta que en Barcelona los militantes habían pactado con el Sindicato Vertical pero habían conseguido muy poca cosa: “como ya es sabido varios compañeros [del P. S.] se prestaron a colaborar con los sindicatos verticales – sin sacar de ello el menor provecho personal, me consta – y la experiencia fue casi nula. Con la colaboración sacaron de las cárceles a varios compañeros y eso es lo único positivo, que pagaron con el estigma de traidores” [37]. No hay mención alguna a Corbella y sin embargo hay quienes lo sitúan en este proyecto.

En segundo lugar, otra de las fuentes más citadas es Abel Paz. En su obra sobre la CNT en la etapa franquista, asegura que Corbella obtuvo reconocimiento del Estado franquista. Y además añade que era amigo de Eliseo Melis, un cenetista que pasó a ser confidente de la policía. Por ese motivo Melis fue ejecutado por un grupo guerrillero venido expresamente desde Francia en 1947. En el relato de Abel Paz, Corbella queda como segundo de Fornells en la creación del Partido Laborista[38].

Sin embargo, por la entrevista con su hijo sabemos que Corbella nunca tuvo un documento de identidad legal, y mucho menos pudo participar en ningún sindicato. Según su hijo, no tuvo papeles hasta 1970. Hasta entonces siempre circuló con documentos falsos y no pisó ninguna oficina de los sindicatos del régimen, ya que habría sido detenido. La acusación de Abel Paz se basa en fuentes orales y es posible que recogiera los rumores del exilio. No se han podido encontrar informes originales que incriminen inequívocamente a Corbella como colaborador del régimen.

Ricardo Fornells parece que es la clave de todo este asunto. Según Pons Prades, recogiendo una entrevista de Torre-Mazas[39], Fornells y Corbella recorrieron Saint Cyprien para captar adeptos para meterse en la Organización Sindical franquista y actuar desde dentro. Según esta versión de Torre-Mazas, la CNT les prohibió expresamente representarla. No obstante, es poco probable que Corbella jugase un papel activo en esto dado que una vez de vuelta a Barcelona nunca ingresó en los sindicatos verticales. Podemos especular con que sí que fuera uno de estos 300 militantes que volvieron a Cataluña para llevar a cabo este proyecto pero que una vez en Barcelona le fuese imposible – o se negara – meterse en los sindicatos franquistas, pero faltaría contrastarlo con documentos. 

Si bien el Partido Sindicalista fue liquidado en 1942[40], a finales de 1944 se lanzó el Partido Laborista (o Laboralista). Hay que entender el contexto de final de la Segunda Guerra Mundial, cuando el franquismo veía el inevitable desenlace de los nazis y buscaba alternativas para continuar en el poder. Una de esas alternativas llevó a algunos jerarcas del régimen a plantear la posibilidad de admitir nuevos partidos políticos para dar la apariencia de pluralidad y ganar algún tipo de credibilidad internacional. Entre esos partidos estaba el Partido Laborista que se avino a participar en este juego. El régimen en todo momento estaba informado de las actividades de los laboristas[41]. El partido se construyó con militantes procedentes del Partido Sindicalista, algunos del POUM y algunos del PSOE. Y también entre ellos estaba Josep Corbella, que procedía de la FAI.

El partido tenía una imprenta ciclostil que editaba folletos. Los podían enviar a toda España gracias a una red de contactos entre los ferroviarios. Muchos habían pertenecido a la CNT o al Partido Sindicalista y de hecho en esos momentos estaban reconstruyendo la Federación Nacional de la Industria Ferroviaria de la CNT, por lo que tenían estructura. De todas formas, el Partido Laborista prácticamente se limitaba a la ciudad de Barcelona. Tenía por presidente a Joan Salvá (que no venía del ámbito libertario) y de vicepresidente a Corbella[42]. Fornells iba a pasar la frontera para hacerse cargo, pero nunca lo llegaría a hacer.

En un momento dado, el Régimen decidió liquidar esta organización. Así, el 4 de enero de 1945 hubo una redada y la policía fue a buscar a Corbella a su casa de Barcelona. Jugaron al lío de nombres entre los dos primos llamados Josep Corbella y uno se hizo pasar por el otro, dándole un tiempo providencial al perseguido para escapar. El Corbella inocente permaneció detenido tres días. El partido fue puesto fuera de la ley por “conspiración contra el Estado”. 

Solidaridad Obrera, nº 30. Marzo de 1947

Esto no salvó el honor de Corbella ni de nadie relacionado con el Partido Laborista. En todo momento el movimiento libertario del exilio consideró a todos los miembros del partido como traidores y fascistas. Así lo podemos leer en el número de Solidaridad Obrera de marzo de 1947 (ver la Ilustración anterior).

Para contextualizar tengamos en cuenta que el movimiento libertario tenía en Francia numerosas armas. Tenía grupos guerrilleros en media España y aún conservaba una cierta estructura sindical clandestina. Y por supuesto, se encargaba de aquellos que habían actuado en su contra. Así, el 12 de julio de 1947, un grupo de acción ejecutó a Eliseo Melis, a quien la CNT acusaba de confidente.

Solidaridad Obrera, nº 32 – agosto 1947

Haber sido marcado como traidor y buscado por la policía provocó que Corbella abandonase toda acción política para el resto de su vida. Y no solo eso, sino que a partir de aquellos momentos sus antiguos compañeros le dieron la espalda.

Si bien es probable que existiese algún conocimiento por parte del régimen de las actividades del partido, éste no estaba exactamente a sus órdenes. El Partido tenía una agenda propia, al margen de cualquier intención del franquismo, que lo llevó a intentar construir un movimiento de oposición contando con el apoyo de los laboristas británicos (que gobernaban en aquel país) e intentando captar apoyos de entre las bases del sector falangista más proclive al obrerismo.

Con el paso del tiempo, podemos interpretar que el proyecto pecaba de no poca ingenuidad. No obstante, se enmarca en una de las múltiples iniciativas que tuvieron lugar en aquellos años. Por ejemplo, hubo un proyecto bastante importante en el que militantes de relevancia de la CNT y del PSOE contactaron con Don Juan de Borbón para buscar una salida al régimen franquista que fuese del gusto de las potencias internacionales. Una monarquía podría ser bien vista como alternativa a Franco. Y esto, que puede sonar muy extraño, ocurría al mismo tiempo que las guerrillas antifranquistas de varias regiones de España.

Epílogo

A finales de los años 40 Corbella entró a trabajar de comercial para la empresa Cadenas TAM (Talleres Articulados Mecánicos) situada en el barrio de Les Corts de Barcelona. La empresa pertenecía a un antiguo cenetista que había rehecho su vida y montó un taller que luego tuvo éxito.

En los años 50 el resto de la familia de Corbella se mudó a Barcelona en donde el hijo, Jacint, llevaría a cabo sus estudios de medicina. Hacia 1968 era médico forense. En el ambiente propio de esa profesión se las vio a menudo con jueces y con alguno de ellos entablaría cierta amistad. Entonces le pidió regularizar la situación de su padre. Hacia 1970 Corbella volverá a tener papeles. De poco le sirvieron, Josep Corbella Suñé murió el 1 de mayo de 1972 en Barcelona.

Fuentes

Entrevistas

Entrevista a Jacint Corbella i Corbella. Barcelona, 22/11/2019.

Libros

Gómez, Miguel. Teixint la història en roig i negre. L’anarquisme a l’Alt Llobregat i Cardener, Centre d’Estudis Josep Ester i Borràs, 2019.

Herrerín López, Ángel. La CNT y el Sindicato Vertical. La quimera de la libertad sindical con Franco. Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, H.^ Contemporánea, t. 13, 2000, págs. 125-168

Gassol Pere i Aloy, Joaquim. Joves i republicans. La República a Manresa (1931-1936). Centre d’Estudis del Bages, 2001.

Grau, Enric. Resumen autobiográfico. Correspondencia con Pedro Flores. Biblioteca del Casino de Manresa. Fons Pedro Flores, carpeta VII.

Flores Martínez, Pedro.

  • Las Luchas Sociales del Alto Llobregat y Cardoner. Autoedición, 1981
  • Memòries de Pedro Flores, Centre d’Estudis del Bages, 2003
  • Tipos Manresanos, Tipos Manresanos II

Paz, Abel. El Anarquismo contra el estado franquista (1939-1951). Fundación Anselmo Lorenzo, 2001.

Pons Prades, Eduardo. Informe del viaje de información de Eduardo Pons Prades. Blomac (Aude), 18/11/1944. Arxiu Nacional de Catalunya.

REGUANT, Josep. Súria. Història en imatges (1894-1975). Angle Editorial, 2000.

Webs

Memòria.cat

SerHistórico.net

  • Giménez, Sergio. Ricardo Fornells, un veterano sindicalista al servicio del franquismo.

Prensa

Crónica Social. Diario de Tarrasa. Diputació de Barcelona. Trencadís

El Trabajo. Arxiu Comarcal del Bages

El Pla de Bages. Arxiu Comarcal del Bages. Diputació de Barcelona. Trencadís

La Vanguardia. Hemeroteca online

Regio7. Hemeroteca online

Solidaridad Obrera,

UGT. Arxiu Comarcal del Bages


[1] El apellido Suñé aparece catalanizado – Sunyé – o castellanizado dependiendo de qué documentos se consulten.

[2] REGUANT, Josep. Súria. Història en imatges (1894-1975). Angle Editorial, 2000.

[3] Antes de existir las comarcas oficiales, creadas por la Generalitat en enero de 1936, el movimiento obrero ya había hecho sus propias comarcas. El Alto Llobregat y Cardoner era una comarca natural organizada en torno a ambos ríos, que hoy en día ocupa las comarcas del Bages, Berguedá, Moianés y Solsonés.

[4] Datos del Padrón municipal de Manresa de 1936. Arxiu Comarcal del Bages. Curiosamente en el Padrón de 1930 salta del número 24 al 28 en aquella calle y nos quedamos sin saber quien vivía en ese edificio.

[5] Gómez, Miguel. Teixint la història en roig i negre. L’anarquisme a l’Alt Llobregat i Cardener, Centre d’Estudis Josep Ester i Borràs, 2019. P. 162

[6] GASSOL Pere i ALOY, Joaquim. Joves i republicans. La República a Manresa (1931-1936). Centre d’Estudis del Bages, 2001. p. 22.

Según Enrique Grau en cada callejón que da a la Plaza Mayor de Manresa había un compañero armado con bombas de mano y pistola por si venía la Guardia Civil. No tenían claro el comportamiento de este cuerpo en aquellos momentos confusos en los que el pueblo exigía la disolución del cuerpo “benemérito”.

[7] Solidaridad Obrera, 23/03/1931

[8] Solidaridad Obrera, 14/04/1931

[9] Solidaridad Obrera, 05/05/1931

[10] Notas de Enric Grau. Biblioteca del Casino de Manresa. Fons Pedro Flores, carpeta VII.

[11] Solidaridad Obrera, 23/10/1931

[12] Solidaridad Obrera, 27/12/1931

[13] Solidaridad Obrera, 02/01/1932

[14] El Trabajo, 22/07/1933, p. 4.

[15] Solidaridad Obrera, 17/07/1932

[16] Solidaridad Obrera, 17/07/1932, p. 2

[17] Solidaridad Obrera, 29/11/1932

[18] Solidaridad Obrera, 01/01/1933

[19] Solidaridad Obrera, 03/01/1933, p. 5

[20] Solidaridad Obrera, 14/04/1933. P. 6. Toman parte Bruno Lladó, José Claramunt, Miguel Terrés, Boy, Federica Montseny y Corbella.

[21] Solidaridad Obrera, 23/06/1933, p. 6. Toman parte Juan Tomás, Asturiak, J.J Doménech, Miguel Terrén, Isgleas y Corbella.

[22] Solidaridad Obrera, 28/06/1933, p. 4

[23] Es decir, que habían sido enviados a prisión sin ser juzgados, habitualmente por orden del Gobierno Civil o por la influencia de las fuerzas policiales.

[24] La Vanguardia, 07/11/1933, p. 8.

[25] Tierra y Libertad, num. 141, 10/11/1933

[26] Pedro Flores cita como detenidos a Joan Figueras, Casas, Francisco Monfort, Joan Sabartés y el resto eran trabajadores de la Pirelli: los tres hermanos Blanco, Rafael Núñez y Ramon Planas. De todos aquellos el único con participación activa en los hechos fue Planas. Vemos como Pere Ferrer no fue detenido. Más tarde reconocería que fue el responsable de la bomba en la Seo. Ferrer murió en combate en la batalla de Belchite en 1937. Op. Cit. Flores, Las Luchas Sociales… p. 262.

[27] Podemos leer una pequeña biografía en la viquipèdia catalana: https://ca.wikipedia.org/wiki/Jacint_Corbella_i_Corbella Ha colaborado atentamente, revisando este texto.

[28] “Corbella venia dels grups de la FAI i dels Comitès de Defensa. Durant els primers dies de la guerra havia participat decisivament en la creació d’un Comitè de Milícies Antifeixista de caràcter comarcal.”

<http://www.regio7.cat/opinio/2011/06/29/josep-corbella-vida-pellicula/153078.html>

[29] La nueva correlación de representantes fue de 9 para CNT, 9 ERC, 6 UGT-PSUC, 3 POUM, 3 UR y 3 ACR.

[30] La Vanguardia, 27/10/1936, p. 11

[31] Se puede ampliar esta información en http://www1.memoria.cat/laseu/content/lenderrocament-de-les-esgl%C3%A9sies-les-obres-p%C3%BAbliques

[32] Catalunya se había dividido en 9 vegueries o regiones que a partir de 1937 sustituyeron las provincias.

[33] El Pla de Bages, 31/05/1937, p. 2

[34] Guillamón, Agustín. Aurelio Fernández Sánchez (1897-1971)

https://serhistorico.net/2018/12/15/aurelio-fernandez-sanchez-1897-1971-agustin-guillamon/

[35] Ver una minibiografia de Jaume Real en https://www.memoria.cat/deportats/jaume-real-ventura/

[36] ÁNGEL HERRERÍN LÓPEZ. La CNT y el Sindicato Vertical. La quimera de la libertad sindical con Franco. Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, H.^ Contemporánea, t. 13, 2000, págs. 125-168. Pàgina 133

[37] Pons Prades, Eduardo. Informe del viaje de información de Eduardo Pons Prades. Blomac (Aude), 18/11/1944.

[38] Abel Paz. El Anarquismo contra el estado franquista (1939-1951). Fundación Anselmo Lorenzo, 2001. Corbella aparece citado en las páginas 60, 79 y 151.

[39] Sergio Giménez. Ricardo Fornells, un veterano sindicalista al servicio del franquismo. Ser histórico, 2019

https://serhistorico.net/2019/07/16/ricardo-fornells-un-veterano-sindicalista-al-servicio-del-franquismo/

[40] Al parecer en 1947 se lanzó un nuevo Partido Sindicalista. Sin embargo, al analizar su manifiesto se puede deducir que no tenía nada que ver con el anterior y que seguramente era obra de falangistas.

[41] En concreto Antonio Correa Veglison, Gobernador Civil de Barcelona, y José Antonio Girón de Velasco, ministro del Trabajo.

[42] Entrevista con Jacint Corbella Corbella, 22/11/2019