La CNT de «Fai Sasserra» informaba de la propiedad que había incautado. 1937. CDMH (Pares)

Municipio del Lluçanès, aunque actualmente sigue dentro de la comarca del Bages.

Como en otros casos, el municipio contaba con una industria textil que se remonta a mediados del siglo XIX. Las fábricas habían provocado un crecimiento continuado de la población desde comienzos del siglo XX. Para 1930 contaba con 691 habitantes y en el censo de 1936 eran 708. Como vemos la época republicana no produjo apenas crecimiento poblacional. Esto se puede deber a la crisis que azotó el municipio y los conflictos que comportó.

Y es que Sant Feliu tenía un pasado caciquil. Era típico que los industriales y propietarios de tierras presionasen al Ayuntamiento para que apoyase cierta obra pública o entorpeciera otra[1]. Sin embargo, con la llegada de la República aquellas élites del pueblo perdieron el control. Hacía su ruidosa aparición el republicanismo, apoyado por la clase obrera fabril y también en cierta medida por parte del campesinado, que por entonces se organizaba en sindicatos agrícolas.

El nuevo alcalde fue el republicano Lluís Mas Casadesús que inició una política de obras públicas que contribuyeron a modernizar el pueblo: nuevas calles, aceras, limpieza o una mejora del suministro de agua potable[2]. Lo que mejor nos puede indicar su modo de entender la política, tal vez, fue su rechazo a la presencia de la Guardia Civil en el municipio, cosa que hemos visto que también ocurrió en Navàs.

El 8 de agosto de 1931 tuvo lugar el primer mitin de la CNT en Sasserra. El Comité Intercomarcal se había volcado en recorrer todos los pueblos de la comarca difundiendo su ideario y su programa a corto plazo. Participaron Giscafré, que atacó duramente al Gobierno republicano, Jaume Ruches, de Torelló, hablando sobre sindicalismo, Amorós, rabassaire de Sant Vicenç de Castellet, tocando la temática del trabajo en el campo, Casas, del Comité Intercomarcal sobre la cultura y la necesidad de implicarse en la transformación social y no frecuentar los cafés, y por último Joan Figueras, también por el Comité Intercomarcal, describiendo un caso local de un despido de varias obreras por parte de un burgués[3]

En septiembre de 1931 estalló un conflicto laboral en la casa Isidre Puig i Companyia, conocida como la fábrica “de Baix” (de abajo). Los fabricantes, entonces en crisis, con vistas a reducir costos salariales, doblaron el número de telares a los que tenían que atender las obreras, pasando de dos a cuatro. En aquellos momentos la fábrica tenía 152 telares, número considerable[4]. Así que el recorte de plantilla y exceso de carga de trabajo para la plantilla que quedaba fue respondido con una huelga. Pero el propietario no se quedó de brazos cruzados y devolvió el golpe decretando un lock-out, es decir, despidiendo a toda la plantilla. Entonces la población vivió unas semanas muy tensas, con familias que tuvieron que abandonar el pueblo. A su vez la fábrica contrató obreros más dóciles en Sant Fruitós de Bages, Artés, Torelló y en otros pueblos.

Para hacerle frente a esta situación social tan complicada, que podría derivar fácilmente en un motín, el alcalde decidió buscar inversores y con ellas se creó otra fábrica, llamada Arch i Llobet, o fábrica “de Dalt” (de arriba) o “dels rabassaires”. Esta fábrica, inaugurada a finales de año, tenía 31 telares y, en parte, mitigó el problema laboral.

En enero de 1934 el alcalde Mas fue sustituido por su compañero de partido, Mateu Tantinyà Riera, que ganó las elecciones municipales. La derecha por aquel entonces estaba encabezada por Joaquim Vila Puigbó, hijo del último alcalde de la Dictadura de Primo de Rivera, y representante de la vieja política caciquil. Será él quien dirija la Comisión Gestora que se hará cargo del municipio tras la disolución del Ayuntamiento por los Hechos de Octubre. De aquellos sucesos no constan procesados.

Pasado el Bienio Negro, en febrero de 1936, el Front d’Esquerres ganó las elecciones en Catalunya y restauró los ayuntamientos catalanes. De nuevo Mateu Tantinyà se hizo cargo de la alcaldía, mientras que los consejeros de derechas se negaron a ir a la mayoría de los plenos como forma de protesta. En cambio, sí que asistieron cuando se debatió que las escuelas que anteriormente habían dirigido unas religiosas, fuesen públicas.

El estallido de la guerra provocó que las derechas desapareciesen de la vida municipal. Y de nuevo, la efervescencia social se apoderó del pueblo. La Causa General indica varios nombres de partidarios del golpe de Estado (o “Glorioso Movimiento Nacional”) con el mencionado Joaquim Vila Puigbó a la cabeza. A la postre, fue él quien se encargó del primer Ayuntamiento franquista.

A los pocos días de iniciada la guerra se creó el Comité Revolucionario Antifascista, con Juan Requena Mañas de presidente, Jaume Agustí (CNT) de secretario, Lluís Pàrdols Castany y Joan Gabany, entre otros. La CNT local había existido durante la República, pero no hay noticias de participación en la vida orgánica de la Organización por parte de ese sindicato local. Sin embargo, el 19 de julio tomó inmediatamente el peso de la defensa en el municipio. El comité se reunía en el café de la plaza, que también era local de reunión de los rabassaires.

Como en todos los pueblos republicanos, la oleada anticlerical asoló todas las iglesias y símbolos religiosos. En Sasserra se acusó al comité de Prats de Lluçanès. De la misma manera, se acusaba a este comité del asesinato del sacerdote Isidre Castells Casadesús. En cambio, el director de la fábrica Arch i Llobet, llamado Baldomer Marbà, fue muerto por gente del pueblo que no pudo ser identificada. En la Causa General también figuran otros nombres como el de Pere Busquests Padrós que no se indica ninguna autoría o Sebastià Singla Arnaus, que se indica que fue asesinado en el término de Sant Fruitós de Bages.

En el pueblo se colectivizaron las fábricas y talleres y las organizaciones realizaron incautaciones de casas o edificios para su uso particular. Únicamente nos han llegado los documentos sobre las incautaciones de la CNT, aunque lo hicieron todas las organizaciones de izquierdas presentes en la localidad. En caso del Sindicato de Oficios Varios de la CNT, incautaron la casa de Joan Salvador Illa, calle Mayor, 7, el edificio del monárquico Joan Vila Pla, calle Vilaclara 5, y el edificio de Rafael Vilaclara en la plaza del Baix, 6, destinado a local social. Por su parte, el Ateneu Cultural Sempre Avant, del movimiento libertario, ocupó el local de la CEDA, que estaba en una finca de la calle Pas Nou propiedad del mencionado Joan Salvador, desaparecido al comenzar la guerra. Gracias a estos documentos, conocemos los nombres del presidente y secretario de la CNT, Martí Pujolá y Jaume Agustí, respectivamente; y del ateneo, Josep Roca y Joan Albergès, respectivamente.

El 17 de octubre se constituyó el Consejo Municipal según las disposiciones de la Generalitat. El Consejo se componía de Mateu Tantinyà Riera (alcalde desde febrero de 1936), Joan Roca Codina y Joan Crespí Corominas, por Esquerra Republicana; Josep Roca Solà, Josep Pàrdols Castany y Josep Guiu Puigbó, por la CNT; Miquel Pla Sallés y Josep Coma Costa, por el PSUC; y Pau Pont Rodellas, por Unió de Rabassaires. Se nombró alcalde a Josep Coma (PSUC).

La CNT controló la consejería de Defensa, que encabezaba Josep Roca, aunque también participaban los demás consejeros de su organización. Además, dos de sus militantes, se alistaron en la Columna Tierra y Libertad, saliendo a primeros de septiembre hacia los frentes del Centro. Se trataba de Antonio Flores Flores y Ginés Baraza Jódar.

La correlación de fuerzas, poco a poco, se iría inclinando del lado del PSUC, cosa que comenzó con la eliminación de las consejerías de defensa y seguridad en los municipios, por decreto de la Generalitat en marzo de 1937. En sesión municipal del 5 de marzo se disolvió la consejería de Defensa, pasando la CNT a ocuparse de trabajo y asistencia social.

En el orden municipal el Consejo se hizo cargo de nuevas obras, de la mejora del suministro de agua potable y de la implantación de una moneda local. En el pleno del 17 de junio, por iniciativa del alcalde, se cambió el nombre del municipio a Sasserra de Bages, contribuyendo a la secularización de la sociedad. Aun así, en los sellos que utilizaba el movimiento libertario local figuraba el curioso nombre de “FAI Sasserra”. A nivel administrativo, el municipio absorbió el barrio del Gabarró, perteneciente a Oristà. Y por supuesto, se tuvo que ocupar de otras cuestiones urgentes, como la acogida de las familias de refugiados que iban llegando según transcurría la guerra.

El alcalde Josep Coma dimitió en noviembre de 1937, siendo sustituido por su compañero de partido Miquel Pla Sallés. Éste duró en el puesto hasta el verano de 1938, cuando fue movilizado por el Ejército Popular de la República. Entonces su vacante fue cubierta por Bernat Esclusa Mas, también del PSUC. En esa fecha, el Consejo Municipal estaba compuesto por Josep Oriols Arnaus, Lluís Mas Casadesús y Josep Crespi Serradellas, de ERC; y Bernat Esclusa Mas y Josep Obradors Camprubí del PSUC. Hasta aquella sesión municipal también figura en las actas Pau Pont, rabassaire, que de hecho se había ocupado de la alcaldía de forma interina tras la dimisión de Miquel Pla. Pero a partir de septiembre de 1938 ya no figura ningún cargo de los rabassaires ni de la CNT, que de hecho eran las dos organizaciones con mayor peso numérico en el municipio[5].

Respecto a la UGT local, cabría decir, en primer lugar, indica que se constituyó a mediados de la guerra, el 27 de junio de 1937. Una fecha muy tardía. En segundo lugar, informan de 60 afiliados. En tercer lugar, que su presidente era Antoni Salvans y el secretario Mateu Tantinyà, que hemos visto muy vinculado con ERC. Tenían el local en la Plaza Mayor, 5[6].

En cuanto a la CNT, ésta central fue mayoritaria, teniendo 290 afiliados en el congreso de 1937, alcanzando así la mayoría sindical. Tomando como referencia la población de ese momento, la CNT llegaba a organizar el 40% ella sola. En el Pleno Regional de Campesinos de la CNT, enero de 1938, participó un delegado de Sasserra, Jaume Agustí, del ramo de la construcción. El sello del sindicato pone “Sindicato de Oficios Varios de Sasserra – CNT-AIT” y “FAI Sasserra”, de manera que tal vez también existía un grupo de la FAI en aquel pueblo[7]. Esta población tuvo una agrupación de Solidaridad Internacional Antifascista, de carácter libertario, conformada por 19 individuos. En la junta figuraban Jaume Agustí, Joan Iglesias, Joan Jubany y Agustí Farrau[8].

De los rabassaires aún tenemos menos información, salvo algunos nombres de la Causa General: Antoni Puig, presidente, y Josep Mas, Pere Oriols y Modest Castiñán.

Respecto a los muertos o desaparecidos en acción de guerra fueron ocho los mozos del pueblo que nunca regresaron: Josep Capdevila Serra, Josep Casals Coll, Joan Clusella Capdevila, Josep Clusella Capdevila, Josep Corominas Suadas, Pere Oliveras Forcada, Feliu Oriols Amblàs y Silvestre Rodellas Orts.

El pueblo tuvo 24 personas que fueron juzgados sumariamente. Pasaron por presidios, campos de concentración y de trabajos forzados. De ellos, Enric Ponsa Casas y Lluís Pàrdols Castany fueron ejecutados sumariamente.

Como resumen de los años de la guerra, podemos ver un municipio que fue controlado por las organizaciones obreras de principio a fin. El predominio del PSUC en el consistorio contrastaba con el predominio social de la CNT entre la población. La ausencia de la CNT en el Consejo Municipal, como mínimo, desde el verano de 1938 nos indica una ruptura política de la que se desconoce todo, puesto que no aparece reseñada en las actas municipales ni se han encontrado datos en otros archivos.


[1] Planes, Josep Antoni; Torres, Jordi; Mestre, Pere (2003) Sant Feliu Sasserra. Capital histórica del Lluçanès: dels orígens als nostres dies. Centre d’Estudis del Lluçanès i Centre d’Estudis del Bages P. 120

[2] Todo este relato previo a la guerra está basado el trabajo de Planes Ball, Josep Albert (2002). Sant feliu sasserra. Els anys de la República (1931-1936). Dovella, Primavera. pp. 15 – 21.

[3] El Trabajo, 15/08/1931, p. 4

[4] Los demás telares eran de Francesc Arola (8 mecánicos y 6 manuales), Francisco Gómez (15 mecánicos), Joan Vila (15 mecánicos) y Jaume Vila (8 mecánicos). Hay un total de 204 telares, sumando los de Puig i Cia. Planes, Torres, Mestre (2003): p. 128

[5] Las actas municipales de Sasserra se pueden consultar en www.diba.cat/amd. Están custodiadas por el Arxiu Municipal de Sant Feliu Sasserra

[6] Estadística per al III Congrés de les organitzacions de la UGT de Catalunya. Papers recuperats del franquisme que són a l’Arxiu Comarcal del Bages.

[7] CDMH, Salamanca. PS – Barcelona 920, 1, 345

[8] CDMH, Salamanca. PS – Barcelona, 149, 21, 60