Como hemos visto en el capítulo correspondiente a Calders, Monistrol de Calders perteneció administrativamente a ese municipio hasta 1934, momento en el cual fue segregado. El origen de Monistrol, en tanto a núcleo de población estable, se remonta no más allá del siglo XVI. La ocupación económica se basaba en la explotación forestal, aunque en el siglo XVIII se amplió a la viña y algo de olivar. En la misma época se introdujo la explotación textil que tenía como base talleres familiares. Décadas más tarde, siglo XIX, se instaló una fábrica de tejidos, propiamente dicha, la de Hilados y Tejidos de Algodón Hijos de Rafael Clarasó, consorcio que tenía otras fábricas en Calders, Santpedor y Sant Martí de Provençals (Barcelona). Así que económicamente gran parte de la población dependía de esta fábrica.

A nivel social, la plantilla de la fábrica intentó crear un Sindicato Único en 1922. Sin embargo, este deseo fue impedido por los reaccionarios del pueblo, con la dirección de la empresa a la cabeza.

Una década después, en 1932, abrió una librería en el pueblo que de inmediato provocó un pequeño escándalo, puesto que vendía Solidaridad Obrera y bastantes libros anarquistas y naturistas. Estaba regentada por un tal Canet (que acaso se trataría de Joan Canet Puigmartí). Como ya comenzaba a ser frecuentada por trabajadores y trabajadoras de la fábrica y a tener un poco de clientela, la librería fue objeto de numerosos ataques verbales que al poco tiempo se convirtieron en rotura de vidrios tal como denunciaba Jaume Carrió desde la Soli[1].  Al final, la librería fue incendiada y tuvo que cerrar[2]. Desde la CNT acusaron directamente a los reaccionarios del pueblo y a los sacerdotes.

En 1934, el ejército tomó el pueblo para sofocar la Revolución de Octubre, que apenas había tenido impacto. Así que nombró una Comisión Gestora que fue presidida por Matías Saladich Catot. Más tarde tomaría su relevo como alcalde el ciudadano Dionís Puigmartí Jo. En 1936, tras las elecciones de febrero, tuvo la alcaldía Josep Sallàs Ponsa, aunque pronto Puigmartí volvió a ostentar la alcaldía. Sin embargo, su gobierno municipal fue muy inestable y pronto le cedió la alcaldía a Pere Rusinyol Vidal.  Como era un municipio pequeño, con 773 personas censadas en 1936, su Consejo Municipal se componía solamente de un alcalde y tres consejeros. Este fue el consistorio que llegó a la guerra.

En los primeros compases de la guerra, el día 25 de julio, llegó un camión con milicianos de Navarcles. Entraron en la Iglesia parroquial, sacaron las imágenes y diversos objetos religiosos y los quemaron en la plaza. Este fue el primer contacto de Monistrol con la guerra. Se desconoce quiénes eran aquellos milicianos, aunque podrían haber sido los mismos que fueron a Talamanca y tal vez a Moià.

En aquellos días se creó un Comité Revolucionario Antifascista. Estaba compuesto, según la Causa General, por Florenci Saladich Viñeta, presidente, Jaume Santasmans Portí, Pere Farrés, Josep Picanyol Pinto, Josep Valls Estiragues, Narcís Santasmans Portí y Joan Canadell Rosinyol. Es bastante probable que fuese una mezcla de trabajadores del textil y rabassaires.

El Consejo Municipal no celebró una sesión hasta el 5 de agosto. En aquel Pleno dimitieron dos consejeros de derechas, entrando a sustituirlos el mencionado Canadell y Isidre Jo Rusinyol como representantes de ERC, que seguramente se acababa de constituir formalmente en esos mismos días.

El 8 de agosto, tuvo lugar el único asesinato de aquellos días. El director de la fábrica, Josep Vias Ferran apareció muerto en el término de Sant Fruitós de Bages, aunque todo apuntaba a una autoría del Comité de Monistrol. Recordemos que en ese mismo día aparecieron muertos en las inmediaciones del mismo Monistrol el exalcalde y el exsecretario municipal de Calders, con lo que el impacto psicológico para la población fue mayor. Y por si esto fuese poco, justo en el mismo día, tres hombres armados irrumpieron en el Mas Rubió, y efectuaron disparos sobre Bartolomé Pineda, hiriéndolo. Entre los acusados estaba Lluís Capdevila Tresserres, que había ido acompañado por dos miembros del Comité. Capdevila había trabajado para Pineda y todo apunta a una venganza personal.

A continuación, se incautaron tierras y edificios pertenecientes a derechistas y a los religiosos. El PSUC se instaló en el local de la Federación de Jóvenes Cristianos, en la Plaza de la República, 7. La UGT en la torre de la familia Clarassó, en la calle Macià, 15. Por su parte, la CNT se instaló en la torre de veraneo de Ramon Estrada Saladich, en la calle Ferrer i Guàrdia, 5. A Estrada la CNT le impuso un impuesto de guerra, que pagó en parte. Pero enseguida cruzó la frontera y se pasó al bando Nacional, con lo que fue declarado oficialmente como faccioso. Diversos terrenos de las familias Escaler y Roger, así como tierras del párroco fueron empleados para iniciar una colectividad[3]. En diciembre se consideraron de “utilidad pública” los huertos de Dalmet.

El 15 de octubre se constituyó el nuevo Consejo Municipal, con Vicenç Puigmartí Canadell, Marià Comellas Catot y Joan Puimartí Catot, como representantes de ERC; Josep Picanyol Prat, Joan Vilaclara Catot y Josep Comasolivas Puigmartí, por el PSUC-UGT; Joan Puigmartí Puigmartí, Evarist Pla Hosta, Joan Catot Santasens y Jaume Farell Carrió, por la CNT; y Rafael Vilatarsana Puigmartí, por el Sindicato Agrícola Rabassaire. Se nombró alcalde a Vicenç Puigmartí. Además, el nuevo secretario municipal fue Josep Valls Casas, de la CNT. La Confederación se ocupó de la comisión de Seguridad y la de Trabajo.

Podemos constatar el gran poder municipal que había logrado la CNT, que daba la apariencia de ser la principal fuerza del municipio por aquella época. Esta impresión la confirma su primera propuesta, el 20 de octubre, que no fue otra que cambiar el nombre del municipio a Monistrol de Bages, lo cual fue aprobado por unanimidad. La CNT también logró que el Ayuntamiento limitase el horario de los cafés y prohibiese el juego, implantando así una «moral revolucionaria», más de acuerdo con la situación de guerra que se vivía.

En diciembre se renombró la calle de Baix (de “abajo”) por Joan Saladich Viñeta, que era un joven miliciano de Monistrol caído en el Frente de Madrid[4]. Había ido al frente con la Columna Libertad, columna del PSUC. No se tiene información sobre otros milicianos de la localidad, lo que no quiere decir que no los hubiese, ya que los quintos habían marchado al frente también.

En enero se tuvo que modificar el organigrama municipal, puesto que como hemos visto la CNT tenía cuatro consejerías, y legalmente le correspondían tres. Así que se quedó con los consejeros Evarist Pla, Josep Valls y Josep Canet Puigmartí. Además, intercambió con el PSUC la consejería de Abastos, cediendo la de Seguridad. Sin embargo, tras la entrada en vigor del decreto de disolución de las consejerías de Seguridad y Defensa de todos los municipios, la CNT asumiría Finanzas y Economía.

En el mes de abril, hubo un relevo en la alcaldía, entrando a presidir el Consejo Municipal el cenetista Evarist Pla. Ante los Hechos de Mayo viendo las confusas noticias de Barcelona, el consistorio decidió reunirse en sesión permanente, pero no hubo incidentes de ningún tipo. A partir de aquí, la mayoría de los problemas constatables se relacionaban con la falta de harina y con la subida de precios de los productos básicos.

En octubre Evarist Pla y Josep Valls, de CNT, y Josep Comasolivas del PSUC fueron llamados a filas y el consistorio se tuvo que reformar. El nuevo Consejo quedó como sigue: Vicenç Puigmartí, Maria Matamala y Joan Comellas, de ERC; Josep Canet Puigmartí, Josep Pla Ponsa y Joan Puigmartí Puigmartí, de la CNT; Joan Vilaclara y Josep Mundet, del PSUC; y Rafael Vilatarsana, de UR. De nuevo fue nombrado alcalde, Vicenç Puigmartí.

En esa época llegaron 53 refugiados del norte. Y como se trataba de un pueblo boscoso, se entiende que gran parte de las sesiones municipales tratasen sobre la tala de árboles para leña. Para aquel momento ya estaba funcionando la Junta Agrícola Municipal que gestionaba las tierras confiscadas a los reaccionarios.

En mayo el alcalde fue movilizado por el Ejército Popular Republicano. El rabassaire Vilatarsana se propuso a sí mismo como alcalde, sin embargo, no fue apoyado ni por ERC ni por el PSUC, mientras que la CNT propuso a Josep Pla. Éste sí fue apoyado y momentáneamente fue nombrado alcalde. En la siguiente sesión el PSUC cambió todos sus consejeros, entrando Joan Gamisans Prat, Florenci Camps Majoral y Valentí Estrada Prat. Y ERC, sustituyó a su exalcalde por Valentí Urpina Casas. En cuanto a los nuevos nombramientos, Gamisans fue vetado por tener un hijo que había sido considerado desertor al no presentarse en el Ejército. Pero el PSUC arropó a su consejero y amenazó con retirarse si no lo admitían. El Consejo Municipal decidió estudiar el caso. En la siguiente sesión fue aceptado, y no solo eso, sino que también fue votado como alcalde, lo cual no deja de resultar llamativo. Con el PSUC en la alcaldía se constituyó la sección local del Frente Popular Antifascista, una entidad de propaganda que aunaba todas las fuerzas antifascistas de cada localidad.

En aquella época hubo muchas quejas de los campesinos sobre actos de pillaje y robos en los huertos y el Ayuntamiento daba recibo de las mismas. En agosto, por fin, Rafael Vilatarsana fue nombrado alcalde y sería él quien llegase al final de la guerra al frente del consistorio.

Respecto a la fuerza de los sindicatos, únicamente nos han llegado los números que declaraba la UGT. Para su Congreso de septiembre de 1937 decía contar con 300 afiliados, de los cuales 250 eran cotizantes. El sindicato fue organizado en 1937 y tuvo fuerte dependencia del PSUC, cuyo secretario general, el tejedor Josep Laimón Vilavendre, en un informe al Partido decía que la UGT tenía 261 afiliados, Unió de Rabassaires, 114, y la CNT únicamente 17. El PSUC local contaba con unos 43 militantes, teniendo toda la junta de la UGT[5].

La afiliación que ofrecen sobre la CNT nos parece demasiado baja para toda la importancia política que tuvo esta organización durante toda la guerra. Entonces, o proyectaba su fuerza a través de otra organización como ERC o UR o su afiliación tenía que ser mayor que esa cifra – que es la única que tenemos. Conocemos algunos nombres de su junta: Josep Canet Puigmartí, Palmiro Roca Jumà y Josep Valls Casas. Además, enviaron representantes a los Plenos Regionales de Campesinos de 1937 y 1938, con Josep Canet, Josep Pla Ponsa y Valentí Comasolivas Puigmartí como representantes[6].

Los rabassaires sí que parecen haber sido una fuerza real, y la Causa General indica que la mayoría de los nombres que hemos visto bajo las siglas de ERC en realidad eran rabassaires, como Vicenç Puigmartí, Joan Comellas, Pere Rosinyol Vidal o Joan Canadell Rosinyol.

En el transcurso de la guerra unos ocho jóvenes perdieron la vida o fueron dados por desaparecidos. Cuando llegaron las tropas nacionales colocaron a Valentí Ponsa como nuevo alcalde. Enseguida comenzaron las represalias. Hubo unos 25 procesos sumarísimos y una ejecución, la de Florenci Saladich Viñeta (CNT), por presidir el Comité a comienzos de la guerra. Otros recibieron penas de cadena perpetua como Josep Mundet, Josep Laimon, Josep Canet y Joan Puigmartí Catot.


[1] Solidaridad Obrera, 24/04/1932, p. 6

[2] Este relato se recoge en CDMH, Salamanca. Político-Social – Barcelona, Generalitat – Legajo . Legajo, 167, doc. 2, pág. 126-127

[3] CDMH, Salamanca. Político-Social – Barcelona, Generalitat – Legajo . Legajo, 167, doc. 2, pág. 119

[4] Acta del Ayuntamiento, 02/12/1936. Arxiu Municipal de Monistrol de Calders.

[5] Questionari Sindical Agrari, PSUC. Monistrol de Bages. Fondo, Papers Espoliats del Franquisme que són a l’Arxiu Comarcal del Bages.

[6] CDMH, Salamanca. Político-Social – Barcelona, Generalitat – Legajo . 920, 1, páginas 616 y 766.